Si bien la Argentina está lejos de las potencias que lideran el ranking de la producción de automóviles, tiene una participación de mercado que no es despreciable: el 0,5% del total de la producción mundial de autos tiene lugar en nuestro país. La producción de automóviles a escala global es liderada por China, con un 30%, seguida de Estados Unidos con un 12% del total mundial.
En nuestro país, la caída de actividad en 2018 produjo un desplome en la fabricación de autos que se contrajo en el año 22,9%, según este reciente informe de la UADE. El 2019 no arrancó mucho mejor, la producción de vehículos se redujo 30,7%, durante el primer trimestre del año en la comparación con el mismo período de 2018 y batió el récord del menor nivel de los últimos 10 años. En marzo se vendieron 38.864 unidades 0km, cifra que representa una caída del 3,1% en comparación contra febrero.
La caída de las ventas es consecuencia de varios factores: la merma del poder adquisitivo de la población, las elevadas tasas de interés, la disminución de los canales y los instrumentos de financiamiento, y la devaluación de la moneda que impactó en el precio de un bien que usualmente se encuentra muy ligado al precio del dólar. En este escenario, vale la pena hacer una comparación con el resto del mundo para conocer el precio relativo de los autos en nuestro país.
¿Son caros o baratos?
Los autos en la Argentina se encuentran dentro del promedio mundial. En el ejercicio que sigue comparamos el precio del mismo vehículo para una docena de países. Puede verse que no existe una gran variación de precios, que se ubica en general entre US$ 20.000 a US$ 25.000 para el mismo tipo de automóvil, con las únicas excepciones de Brasil (algo más arriba) y la India (bastante más abajo) que se alejan del promedio.
Fuente: Instituto de Economía – UADE. Elaboración propia en base a datos de Autoexpress y mercados locales. Comparación para un Volkswagen Golf 1.4 de características básicas.
Si bien el precio muestra escasa dispersión, las diferencias aumentan cuando se consideran los salarios necesarios para comprar el mismo auto. Por ejemplo, en Estados Unidos, Australia o Alemania, hacen falta entre 4 y 6 salarios promedio para comprar un automóvil. Con esta métrica, la Argentinaes el país más caro de la lista de países seleccionados. Esto se debe a que la devaluación de 2018 licuó los salarios en dólares, pero el precio de los autos acompañó en gran medida la devaluación. Así, en la Argentina hacen falta 26 salarios para llegar el mismo resultado donde, por ejemplo, en Reino Unido hacen falta 7 o en Rusia 9,6 salarios.
En la Argentina, la diferencia entre un modelo básico y el tope de gama que incluye asientos de cuero, puede llegar a representar hasta 50% del precio total. Un auto que en su modelo básico ronda el millón de pesos, puede llegar a 1,5 millón en su versión más completa.
Esta diferencia es consecuencia, principalmente, de una razón de economía de escala. En países con mercados más grandes los “tope de gama” tienen mayor volumen que en la Argentina, donde las unidades se suelen hacer incluso después del pedido del comprador.
Es decir, al no haber un mercado suficientemente grande, el auto tope de gama toma las características de un bien suntuario o de lujo (en economía se conocen también como “bienes Giffen”), y las automotrices pueden aprovechar el excedente del consumidor de aquel comprador dispuesto a pagar por la diferencia.
En España, por ejemplo, la diferencia máxima es de 36%. Un auto de 23.400 dólares pasa a 32.000 dólares cuando es tope de gama. Una diferencia significativamente menor que en la Argentina.
Impuestos: la clave de la diferencia
En la Argentina, los impuestos directos e indirectos que gravan a los autos representan el 54,8% del precio neto, si se toma en cuenta todo lo que debe pagar el propietario durante el primer año de uso.
En la comparación con otros países, Brasil que soporta una carga de 30,4%, España (17,3%), Alemania (16%), Reino Unido (9,9%) y Estados Unidos (7,5%).