El achicamiento laboral –llevará todo 2006- se produce sólo en Alemania, lo cual agrava los efectos políticos. Justamente, mientras el país todavía no tiene gobierno federal, aunque crecen las posibilidades de una “grosse Koalition” (Gerhard Schröder-Angela Merkel).
Según un comunicado de Günther Fleig, director de personal, “la reducción de plantilla costará unos € 950 millones. Se logrará mayormente vía reformas consensuadas en convenios colectivos o retiros voluntarios en condiciones justas y atractivas”. El poderoso sindicato automotor germano no ha dicho aún nada al respecto, pero sus relaciones con Fleig no son buenas.
Sin duda, la decisión proviene de Dieter Zetsche, un duro que se desempeñara, desde enero, como director ejecutivo de Daimler Benz (la matriz alemana del grupo). Lo curioso es que la contracción de ganancias no se deba a factores laborales, sino al retiro de 1.300.000 Mercedes por defectos técnicos y al declive del sedán E-Class, un auto de lujo, en las preferencias del público.
Este modelo era clave de las utilidades. Sea como fuere, por primera vez en trece años, la firma da pérdidas en un trimestre (el primero del ejercicio) y gana 9% menos en el segundo. En cuanto a inversiones, está gastando € 1.200 millones para reorganizar la subdivisión Smart (coches chicos).
El achicamiento laboral –llevará todo 2006- se produce sólo en Alemania, lo cual agrava los efectos políticos. Justamente, mientras el país todavía no tiene gobierno federal, aunque crecen las posibilidades de una “grosse Koalition” (Gerhard Schröder-Angela Merkel).
Según un comunicado de Günther Fleig, director de personal, “la reducción de plantilla costará unos € 950 millones. Se logrará mayormente vía reformas consensuadas en convenios colectivos o retiros voluntarios en condiciones justas y atractivas”. El poderoso sindicato automotor germano no ha dicho aún nada al respecto, pero sus relaciones con Fleig no son buenas.
Sin duda, la decisión proviene de Dieter Zetsche, un duro que se desempeñara, desde enero, como director ejecutivo de Daimler Benz (la matriz alemana del grupo). Lo curioso es que la contracción de ganancias no se deba a factores laborales, sino al retiro de 1.300.000 Mercedes por defectos técnicos y al declive del sedán E-Class, un auto de lujo, en las preferencias del público.
Este modelo era clave de las utilidades. Sea como fuere, por primera vez en trece años, la firma da pérdidas en un trimestre (el primero del ejercicio) y gana 9% menos en el segundo. En cuanto a inversiones, está gastando € 1.200 millones para reorganizar la subdivisión Smart (coches chicos).
