Cruceros que contaminan el mar

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Carnival pagará US$ 20 millones por malas prácticas de sus cruceros.

La línea de cruceros más grande del mundo, Carnival Corp., aceptó pagar una multa de US$ 20 millones debido a la continua contaminación oceánica de sus embarcaciones, más precisamente en este caso, de una de sus subsidiarias, la naviera estadounidense Princess Cruise Lines.

 

La jueza de distrito Patricia Seitz aprobó el acuerdo después de que el director general de Carnival, Arnold Donald, se puso de pie en la corte y reconoció la responsabilidad de la empresa por violar el período de prueba de un proceso judicial previo. La disposición judicial determina que Carnival siguió contaminando el mar, no presentó los informes requeridos y realizaba maniobras para burlar las auditorías de terceros.

 

La decisión judicial de esta semana exige que Carnival pague US$ 20 millones dentro de los próximos siete días, reciba inspecciones adicionales de sus barcos y dedique más recursos a asegurar el cumplimiento de las exigencias de su periodo de prueba, reduzca la cantidad de plásticos desechables en sus barcos y forme equipos para que mejoren el manejo de la basura.

 

Hace tres años la compañía había admitido en documentos presentados en la corte violar los términos de su periodo condicional de 2016 por una condena penal derivada de la descarga de desechos grasos y encubrimiento por parte de sus embarcaciones de Princess Cruise Lines. Carnival pagó entonces una multa de 40 millones de dólares y se le impuso un periodo condicional de cinco años, el cual abarcó sus nueve marcas de cruceros, las cuales comprenden más de 100 embarcaciones.

 

 

En 2017 se inició una investigación judicial después de la confesión de un maquinista del Princess. Tras la denuncia de la Guardia Costera de Estados Unidos, los mandos de crucero ocultaron los hechos, pero en una inspección en profundidad del buque tras arribar al puerto de Nueva York en el 2013, se descubrió que el crucero llevaba  desde el 2005 realizando vertidos ilegales a los océanos. En otra inspección llevada en Houston se descubrió que el Caribbean Princess había instalado válvulas ilegales lo que permitía descargar al mar vertidos incontrolados.

 

También se detectó que en otros cuatro buques de la compañía (el Star Princess, Grand Princess, Coral Princess y Golden Princess) se realizaban vertidos ilegales.

 

La compañía no tuvo más remedio que declararse culpable una serie de delitos ambientales. Además los buques de 8 compañias del grupo Carnival, al que pertenece la naviera Princess Cruise Lines (Carnival Cruise Line, Holland America Line, Seabourn Cruise Line y AIDA Cruises) deberían someterse a las auditorías del Environmental Compliance Program norteamericano durante cinco años.

 

En el nuevo acuerdo, Carnival prometió que se realizarán auditorías adicionales en busca de violaciones, programas de capacitación, un mejor sistema para el reporte de violaciones ambientales ante las agencias estatales y federales, y mejores prácticas de manejo de desperdicios.

 

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