El consumo de complejos vitamínicos, suplementos dietarios, alimentos funcionales y energizantes creció 8,5% en 1999, según publica hoy (lunes 17) el diario La Nación.
Las ventas que actualmente se registran en esta actividad generan ganancias por $ 300 millones y se estima que en 10 años esta cifra superará los $ 700 millones.
Según especialistas, el consumo de este tipo de productos, complementarios de los medicamentos, se registra de forma marcada en personas que padecen estrés.
En este marco, las empresas dedicadas a producir complejos vitamínicos desarrollan ahora la coenzima Q10 que, complementada con la vitamina E, es requerida para mejorar la calidad de vida de las personas.
Los compuestos están orientados a potenciar los niveles de energía del organismo, para lo cual se articulan con minerales y sustancias naturales tales como el ginseng.
Los energizantes son usados bajo recomendación médica para aumentar la productividad laboral y el rendimiento físico.
El consumo de complejos vitamínicos, suplementos dietarios, alimentos funcionales y energizantes creció 8,5% en 1999, según publica hoy (lunes 17) el diario La Nación.
Las ventas que actualmente se registran en esta actividad generan ganancias por $ 300 millones y se estima que en 10 años esta cifra superará los $ 700 millones.
Según especialistas, el consumo de este tipo de productos, complementarios de los medicamentos, se registra de forma marcada en personas que padecen estrés.
En este marco, las empresas dedicadas a producir complejos vitamínicos desarrollan ahora la coenzima Q10 que, complementada con la vitamina E, es requerida para mejorar la calidad de vida de las personas.
Los compuestos están orientados a potenciar los niveles de energía del organismo, para lo cual se articulan con minerales y sustancias naturales tales como el ginseng.
Los energizantes son usados bajo recomendación médica para aumentar la productividad laboral y el rendimiento físico.
