Covid 19 permite la rehabilitación de las farmacéuticas

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En septiembre de 2019 una encuesta de Gallup demostró que 58% de los norteamericanos tenía una visión negativa de la industria farmacéutica.

La única categoría que salía peor era el gobierno federal. Pero la urgencia de contar con una vacuna para combatir el coronavirus puede cambiar la opinión pública.

La industria farmacéutica es la más desacreditada de todas en la opinión pública de los norteamericanos. De las 25 industrias que incluye la encuesta anual de Gallup en 2019 figuró en último lugar. Desbancó ese año al gobierno federal como la actividad menos valorada.

Los norteamericanos siguen otorgando las mejores calificaciones a los restaurantes y a las empresas de computación, luego vienen los sectores de alimentos y agricultura, que también se colocan en los primeros puestos de la lista con calificaciones positivas superiores d¡a los 40 puntos.

Otras industrias que ranquean en la primera mitad de la lista incluyen actividades contables, automoviles, retail, bienes raíces, banca electrónica y deportes.

En cuanto al resto de la lista, aerolíneas, telefonía, actividad editorial, internet, cine y educación reciben cada una calificaciones positivas de dos dígitos. Paralelamente la televisión y la radio, el sector legal, petróleo y gas apenas registran calificaciones positivas.

La imagen de la industria farmacéutica por el suelo

La calificación que recibe la industria farmacéutica nunca estuvo más baja desde que Gallup comenzó con su relevamiento en 2001. En los últimos 19 años pocas industrias recibieron calificaciones tan bajas. Y eso resulta de una cantidad de críticas a las normas de la industria que incluyen los altos costos de las drogas y la fenomenal inversión que hace para ganarse el favor en círculos políticos y también el papel que le cabe en la crisis de los opioides.

Justo después de que Gallup realizara su encuesta, el juez de Oklahoma impuso a Johnson & Johnson el pago de US$ 572 millones por su rol en la epidemia de opiáceos del estado. Paralelamente, los legisladores en Capitol Hill trabajan para que la industria baje el precio de los medicamentos.

La imagen de la industria en Estados Unidos cayó aun más a principios de este año. Pero puede aspirar a recuperarse de la misma manera en que lo hicieron otras industrias después de calificaciones negativas, como ocurrió con el gas y petróleo, bienes raíces y automotores. La imagen la actividad inmobiliaria, por ejemplo, logró recuperarse desde el nivel más bajo de la lista a su actual puesto entre las 10 mejor valoradas. Mientras continúa la epidemia de opiáceos – y mientras los actores involucrados en su creación siguen afrontando juicios, protestas y manifestaciones de protestas — podría resultarle difícil a la industria farmacéutica recuperarse todavía. Es probable que sus calificaciones no se recuperen hasta que no se solucione su responsabilidad en la epidemia de opiáceos, o ceda la presión política sobre las industria para que bajen los precios y sus pingües ganancias. La opinión de los norteamericanos sobre todas las industrias son susceptibles a las grandes fuerzas económicas. Por eso, hasta las industrias que están bien consideradas podrían experimentar caídas en su imagen pública si las banderas de peligro continúan sugiriendo una próxima recesión.

El único remedio suficientemente fuerte para revertir la mala reputación de Big Pharma es una vacuna para la Covid-19.

Cuando Gallup repitió la misma encuesta en septiembre 2020, los resultados fueron bien diferentes de los del año anterior. El porcentaje de respondentes con visiones negativas de las compañías farmacéuticas cayó a 49% y 34% expresó una opinión positiva (en 2019 27%).

No podría ser de otro modo. Si el mundo quiere salir de esta pandemia que le robó el 2020, va a ser por el trabajo de las farmacéuticas. La aprobación de los fabricantes de medicamentos creció en todo el mundo y mucho más desde los anuncios de las primeras vacunas exitoasas en noviembre.

“Con el mundo en urgente necesidad de vacunas y medicamentos para combatir la Covid-19 la industria biofarmacéutica tiene la oportunidad del siglo reconfigurar su reputación” dijo el CEO de Eli Lilly, Dave ricks en abril.

En el transcurso de un año, la reputación de las compañías farmacéuticas pasó de estar asociada a emprendedores implacables o ejecutivos codiciosos a la condición de proveedoras de salud, las valvadors de vidas.

Según datos de RepTrak, una firma de inteligencia de reputación, desde el 30 de septiembre las farmacéuticas treparon en varios indicadores de reputación de marca comparado con el año pasado.

A una industria que invierte enormemente en marketing (en Estados Unidos, más que en investigación y desarrollo), las vacunas para la Covid 19 le han brindado una oportunidad única. Según Caliber, firma que calibra la percepción pública de las compañáis farmacéuticas en 17 países, la Covid-19 le recuerda al mundo por qué son necesarios los fabricantes de medicamentos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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