La productividad ha sobrevivido al cambio y a un modelo de trabajo híbrido que muchas compañías comenzaron a implementar en Argentina y en el mundo. Gracias a que la gente gestiona cada vez mejor su tiempo y el equilibrio entre la vida profesional y personal, más de 8 de cada 10 personas encuestadas (82%) afirma que su productividad se ha mantenido o ha mejorado en los doce últimos meses.
Como tal, casi las tres cuartas partes (72%) quieren que las empresas se replanteen la duración de la semana laboral y el número de horas que se deben trabajar; más de la mitad (57%) cree que su trabajo se podría hacer en menos de 40 horas.
Estos hallazgos vienen respaldados por el abrumador número de empleados (75%) que piensa que es importante mantener la flexibilidad como parte de la vuelta a la normalidad. Existen peticiones de trabajadores y líderes para que la valoración del trabajo se base en los resultados y no en las horas trabajadas.
Sin embargo, las empresas y los líderes aún tienen que adaptarse a la demanda de métodos de valoración por resultados en lugar del modelo basado en horas. Solo el 36% cree que su supervisor basa su rendimiento en resultados por encima de las horas trabajadas.
Los factores positivos del trabajo a distancia
El 63% de los encuestados dijo que sus habilidades de trabajo digital y a distancia mejoraron; el 50% afirmó que el equilibrio entre la vida laboral y personal había mejorado; el 47% indicó que su gestión del tiempo había mejorado; y el 39% informó mejoras en su apreciación de la confianza depositada en ellos para terminar el trabajo.
Dado que una mayoría de personas (67%) disfrutó en general de cierta autonomía en su propia programación, una proporción de trabajadores igualmente elevada (76%) desea mantener esta flexibilidad en cuanto a cómo y cuándo trabajar de aquí en adelante. Esta flexibilidad se ha valorado extremadamente en todas las zonas geográficas, ya sea por género, edad y etapa de la vida, especialmente por aquellos con niños y con responsabilidades. No es de extrañar que los que pertenecen a la Generación Z son los que menos valoran la conservación de la flexibilidad.
La productividad ha sobrevivido al cambio hacia el trabajo híbrido y el 82% siente que es tan productivo o más que antes.
Reivindicaciones para una semana corta
El número de horas trabajadas ha aumentado un 14% desde 2020, con el 63% de los trabajadores que afirma que trabaja más de 40 horas a la semana. Sin embargo, 6 de cada 10 empleados afirman que podrían realizar sus tareas diarias en menos de 40 horas. Esta desconexión entre las horas trabajadas y las horas que se consideran necesarias es clara en todas las zonas geográficas; los países que más desconexión han sufrido son Japón, China y España.
Esto explica el motivo por el cual la mayoría de los encuestados (72%) desea que las empresas revisen la extensión de la semana laboral y el 73% afirma que los contratos deberían centrarse en las necesidades del rol en lugar del número de horas trabajadas.
Mientras que el 73% de los trabajadores indican que las empresas deberían medir el rendimiento según sus resultados en lugar del número de horas trabajadas (el 81% de los líderes está conforme con esto), más de la mitad (52%) también afirma que sus supervisores inmediatos no cumplen sus expectativas para evaluarles según los resultados en lugar de las horas trabajadas. Para los no supervisores, el número es muy inferior, ya que solo el 36% opina que su rendimiento se basa en resultados.
“A pesar de la aprobación universal del modelo de trabajo híbrido y flexible para la mayoría de los trabajadores, es evidente que existe una experiencia polarizada en los diferentes aspectos del trabajo, que abarcan el bienestar, la carrera profesional, las relaciones y la interacción con la empresa. Escuchar a los empleados para identificar qué elementos del trabajo flexible han funcionado bien y dónde hay espacio para mejorar es el primer paso para establecer una nueva norma que funcione para todos. Las empresas deben reconocer que no existe una solución universal”, afirmó Alexandra Manera, Directora de Recursos Humanos de Adecco Argentina y Uruguay.
De forma más general, apenas casi la mitad de los empleados (49%) están felices con la nueva normalidad laboral, aunque los padres y madres parecen más felices con las nuevas condiciones que los trabajadores que no tienen a nadie a cargo. Los líderes se sienten más felices que los no líderes tras los cambios en la vida laboral de los 12 últimos meses.
Las reivindicaciones para la nueva semana:
Puesto que todos los implicados solicitan mayor flexibilidad, es indispensable que las empresas atiendan las necesidades de los empleados para garantizar un lugar de trabajo sostenible y atractivo para todos.
- La gente quiere trabajar de manera más inteligente, no por tiempo. Mantener la flexibilidad y el control de su propio horario es clave para los trabajadores de aquí en adelante. Las empresas deben crear una cultura de confianza y reinventar la planificación y la colaboración para una nueva era de trabajo flexible.
- En este escenario, la métrica principal con la que se mida un empleado debe ser el rendimiento y los resultados en lugar de las horas trabajadas. El hecho de que solo el 36% de los no supervisores se evalúen en función de los resultados es indicativo de que la gestión del rendimiento parece ser una oportunidad clara de mejora para los líderes y las empresas.
- Las peticiones a las empresas para que revisen los contratos por horas y se reenfoquen en los resultados siguen siendo claras, y los líderes comparten esa visión. La automatización de las tareas más repetitivas haciendo uso de la tecnología y de la Inteligencia Artificial cobrarán especial importancia hacia el cambio.
- Las empresas y las administraciones deben esforzarse por crear un modelo híbrido que fomente y promueva un régimen laboral mejor para todas las personas, reconociendo así que no existe una solución universal. Escuchar los comentarios de los empleados y lograr el equilibrio serán la clave del éxito del trabajo híbrido.
Los datos surgen del Resetting Normal 2021, un estudio global realizado por el Grupo Adecco que se centra en las perspectivas a partir de 2021. Participaron 14.800 encuestados de 25 países, entre ellos, empleados de oficinas de Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, México, Noruega, Países Bajos y Suiza.