Diageo, el gran conglomerado de bebidas, acaba de tomar la participación mayoritaria de Seedlip, una bebida sin alcohol que se vende como sustituto del gin. La decisión obedece, evidentemente, a la intención de adueñarse de una parte del mercado de abstemios en el mundo.
Se está bebiendo menos alcohol en el mundo. El consumo de alcohol está confinado a algunos países del mundo. En muchos otros, por razones religiosas o culturales, no bebe. En todo el mundo en 2016, 57% de las personas de más de 15 años no había bebido una gota de alcohol en los doce meses anteriores, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El hábito está confinado a ciertas partes del mundo. Las únicas regiones donde más de la mitad de la población de más de 15 años toma alcohol son las Américas, Europa y el Pacífico Occidental, según la OMS. El consumo más alto per capita se encuentra en Europa, aunque allí el consumo viene en descenso: de 12,3 litros por persona en 2005 a 9,4 litros por persona en 2016.
La gente está bebiendo cada vez menos y las razones son difíciles de evaluar. Si bien al alcohol se lo responsabiliza por la violencia callejera, la violencia en el hogar y accidentes, no es el único factor. Los sobrios también caen en esos tres flagelos.
Pero lo más importante es que hay diferencias generacionales. No puede decirse que los jóvenes, en términos generales, no beban o beban menos. Lo hacen con menos frecuencia pero cuando beben, beben en cantidad. El resto del tiempo, consumen bebidas sin alcohol.
Por eso, el mercado no alcohólico es grande y muy prometedor. Vista desde este ángulo, la inversión de Diageo cobra sentido.