Cadenas de abastecimiento y computación en enjambre

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Merced al cloud computing, aun las empresas con bajos presupuestos tecnológicos puede interactuar con sus proveedores y formular pronósticos de entrega más precisos, evitar la acumulación de inventarios excesivos o prevenir sorpresas a último momento para usuarios finales.

<p><strong>De vertical a virtual</strong></p>
<p>La senda de los enjambres ha llevado dos decenios de gestación. En ese lapso, los grandes grupos fueron modificando gradualmente su visión sobre las cadenas de abastecimiento. “El cambio más notorio –indica Kefer- implica alejarse de las cadenas verticales –basadas en atender las necesidades de ese sector- y encarar nuevas cadenas de abastecimiento virtuales”.<br />
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Esta innovación permite a los ejecutivos dedicarse a sus funciones esenciales y tercerizar otras capacidades vía proveedores, sin importar su ubicación o distancia. “El problema con este esquema –subraya Christopher- es depender de muchos socios externos alrededor del mundo. Por ende, el modelo exige formas totalmente nuevas o distintas de operar, dado su alto nivel de complejidad, su cantidad de nodos y vínculos”. <br />
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Lo positivo de esto –nota el experto- es que “facilita a los industriales diferenciarse a sí mismos aprovechando las alianzas para diseñar y ofrecer productos o servicios únicos. Pero hay un aspecto negativo: las empresas precisan nuevos tipos de procedimientos tecnológicos para manejar tantas complicaciones. Sólo así podrán colaborar sincronizando rápidamente datos con socios remotos y responder con celeridad a cambios en los mercados”. <br />
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La creciente densidad de las cadenas mundiales de abastecimiento “estira tiempos y acumula inventarios ociosos”. Afirma Robert Heaney (Alpha Group, Boston), analista de TI y sus productos. A su vez, “este factor ha contribuido a elevar los costos de gestión en las propias cadenas. Recortarlos achicando inventarios excesivos y evitando quiebres o reaccionando velozmente a ellos- irá haciéndose crítico en el actual contexto económico. Pero, antes de reducir inventarios o costos fijos, una empresa debe volverse transparente”.</p>
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<p>Por cierto, Kefer y otros optimistas esperan que la gestión de logística por enjambres computados “pronto será la norma, no sólo para compañías de primer nivel, sino también para empresas medianas y pequeñas hoy dependientes de tecnologías más convencionales. Por ejemplo, correo electrónico, teléfono o fax como vehículos para intercambiar información con proveedores y usuarios finales.</p><p><strong>Perfil en alza</strong></p><p>En realidad la recesión en economías centrales (2007/09) ha contribuido a elevar el perfil de quienes manejan cadenas de abastecimientos en importantes compañías globales. “Estos ejecutivos –señala Christopher- van emergiendo del sótano y alcanzan las salas del directorio. Muchas organizaciones han creado cargos superiores para gente especializada en cadenas de abastecimiento. El avance le permite debatir mano a mano con los directores de informática u operaciones o hasta con el director ejecutivo”. Por su parte, Kefer subraya la necesidad de una visión estratégica, cuya falta “cuesta un precio”. <br /><br />Sin embargo, aun los mayores fanáticos de las cadenas de abastecimiento asociadas a la computación por enjambres admiten que muchas empresas –especialmente chicas- no están maduras para adoptar esas soluciones. A criterio de Christopher, “algunas organizaciones mantienen elencos gerenciales aferrado a la vieja escuela de management, donde los conceptos de de apertura y transparencia son absolutamente exóticos”.<br /><br />En este tipo de firma, la gente suele creer que, si pueden transferir costos de su empresa a la del cliente ¿quién objetará? ¿Por qué ocuparse de los clientes? Tarde u temprano, ese esquema dejará de ser válido en un mundo de creciente complejidad, donde la única salida estratégica es la colaboración mutua.</p>

<p>Cuando la econom&iacute;a occidental entr&oacute; en colapso (2007/09), algunas multinacionales recortaron planta laboral o presupuesto para investigaci&oacute;n y desarrollo. Seco el flujo de efectivo, los proveedores de tecnolog&iacute;a log&iacute;stica la pasaban mal. <br />
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&ldquo;Retener clientes &ndash;apunta Knowledge@Wharton- o ganar nuevos sol&iacute;a ser la salida preferida. Ya no. Una creciente cantidad de fabricantes, mayoristas y minoristas de insumos inform&aacute;ticos, en cambio, opt&oacute; por agilizar sus cadenas internacionales de abastecimiento masivo. Eso lo hacen v&iacute;a <em>cloud computing </em>(computaci&oacute;n por enjambres) en Internet. Entretanto, se apela a decir servicios log&iacute;sticos que se pagan a medida que se usan&rdquo;. <br />
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Estas prestaciones reducen costos asociados a las cadenas, haciendo m&aacute;s r&aacute;pido y f&aacute;cil el intercambio de datos con proveedores, transportistas y usuarios finales. Tambi&eacute;n facilita procesar flujos de informaci&oacute;n con los instrumentos inform&aacute;ticos m&aacute;s recientes y el mejor software; precisamente, la computaci&oacute;n en enjambres.</p>
<p><strong>Nuevos modelos</strong></p>
<p>A criterio de muchos expertos, dentro o fuera de Wharton, &ldquo;el reciente auge de servicios relativos al comercio ha sido impulsado en Estados Unidos por vendedores independientes estilo <em>GT Nexus</em>, <em>Descartes Systems </em>o <em>Management Dynamics</em>. Eso tiene sentido para multinacionales que deben afrontar el manejo de cadenas de abastecimiento cada d&iacute;a m&aacute;s complejas y variables, particularmente en el plano global&rdquo;.<br />
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<p>Ello implica servicios tercerizados a pedido, vía la Web. Este modelo se basa en experiencias tipo gestión de relaciones con clientes (CRM en inglés), comercio electrónico y herramientas contables creadas por firmas como <em>Salesforce.com, NetSuite, BMC Software </em>y otras.<br /><br />Estas empresas ganan acceso a plataformas logísticas que nunca hubieran podido solventar ni mantener por cuenta propia. Asimismo, “adquieren ventajas estratégicas sobre competidores anticuados –señala K@W- atados a herramientas contables tan desactualizadas como Microsoft Excel”.<br /><br />Este tipo de ventaja puede resultar clave en estos días. “Ya no competimos como negocios individuales, sino como cadenas de abastecimientos”, sostiene Martin Christopher, de la Escuela Cranfield de Gestión, Gran Bretaña. En tal contexto, “los ganadores no son necesariamente las compañías que ofrecen los mejores productos o servicios, sino las que tienen las cadenas más eficaces”.</p><p><strong>Enjambres</strong></p><p>En otros tiempos, las compañías controlaban estrechamente a los proveedores y hasta tenían malas relaciones con ellos. Hoy, los minoristas comparten con sus proveedores datos en bocas de expendio, algo impensable hasta la llegada de la computación por enjambres (cloud computing)”. Verdadero fundamentalista del tema, Christopher quiere rescribir los textos de enseñanza. <br /><br />Para sus partidarios, los enjambres son indispensables. “Confieren acceso a una infraestructura tecnológica multimillonaria”, apunta Gregory Kefer, director para desarrollo de negocios en GT Nexus (California), que opera la mayor plataforma colaborativa del país, basada en la “nube”, aplicada a logística, comercio y transportes. “Toda la potencia computable la mantiene un tercero. El ejecutivo de informática no debe instalar nada y el costo lo amortizan los demás usuarios a lo largo de la red”. <br /><br /> </p>

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