Comencemos dando un ejemplo. Una srart-up de California llamada Livongo Health creó un dispositivo más pequeño que un smartphone equipado con un chip celular. Que sirve para ayudar a una persona con diabetes tipo 2 a contrololar sus niveles de azúcar.
Usando los últimos avances de cloud computing , el dispositivo analiza la gota de sangre que el enfermo se extrae todas las mañanas y le indica mediante un texto lo que tiene que hacer para nivelarlo: bebe dos vasos de agua y camino 15 minutos” si comprueba que se está acercando a la zona de peligro.
Para las grandes firmas farmacéuticas, emprendimientos como Livongo Health representan una amenaza y una oportunidad. Los grandes laboratores se dedicaron durante décadas a disfrutar del lucrativo negocio del desarrollo de drogas. Pero las nuevas tecnoologías digitales están cambiando eso. Usan biga data, sensores e inteligencia artificial para monitorear a los pacientes en tiempo real , especialmente a aquellos que sufren enfermedades como diabetes o EPOC.
Como resultado de estos nuevos productos y servicios el primer punto de contacto del paciente con el sistema de salud puede ser un centro remoto de monitoreo o una voz en el teléfono en lugar del consultorio del médico.
En lugar de comprar una píldora, se podría comprar una solución general para la diabetes, y eso presenta un panorama muy diferente para los laboratorios.
Sin embargo, las compañías farmacéuticas llevan una ventaja en todo lo que saben sobre la enfermedad, sobre los pacientes y sobre todo el sistema de salud. . Muchas de las start.up no tienen esa experiencia. Si los laboratorios se apresuran a adquirir capacidades digitales comprandoe mpresas que ya ofrecen soluciones o entrando en sociedad con ellas, estarán en condiciones de ofrecer servicios “que van más allá de la píldora”.