Bayer: una oferta no hostil de 16.340 millones por Schering

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Amén de superar la propuesta hostil de Merck, la nueva busca armar una “megafarmoquímica” totalmente alemana. La meta es recobrar un liderazgo internacional perdido hace treinta años ante suizos y norteamericanos.

En dólares, la oferta representa unos 19.600 millones. En general, analistas británicos y estadounidenses esperan que la propuesta sea aceptada tal vez durante este mismo fin de semana. Será, sin duda, un cambio en las políticas de la berlinesa Schering, hasta ahora renuente a fusiones y, mucho más, a absorciones. Pero la oferta hostil de Merck le hizo ver a la compañía que ya no es posible aferrarse a la independencia.

Entre resistencias de los ejecutivos y presiones de los accionistas, queda claro que el papel de Bayer es el de “caballero andante” que sale a rescatar la doncella en su castillo sitiado. Cabe aclarar, entretanto, que la Merck germana no tiene vínculos con su semihomónima norteamericana, Merck, Sharp & Dohme.

Hace unos diez días, la junta directiva de Schering –cuya contrapartida anglosajona es Schering Plough- rechazó el intento de Merck por € 14.600 millones, monto bastante inferior al ofrecido ahora por Bayer. Eso le da la razón al directorio, pero el gesto de Merck deja bien en evidencia que Schering no tiene el volumen ni la solidez para continuar sola.

Pero no todo es tan sencillo. Fuentes de Bayer admiten que la propuesta definitiva quizá se formule en conjunto con Siemens, interesada en el negocio tecnológico de Schering. No obstante, los voceros de las tres compañías se negaban a hacer comentarios, salvo revelar que el primer contacto data del martes 13. En ese momento, quedó definido que las operaciones farmoquímicas del futuro grupo Bayer-Schering se unificarán en los laboratorios berlineses de la firma eventualmente adquirida.

Dado que no hay yuxtaposiciones relevantes entre los negocios de ambas, habrá escasa eliminación de empleos y no se prevén objeciones de las autoridades regulatorias alemanas ni de la Comisión Europea. No obstante, el gigante suizo Novartis y su rival francés paraestatal, Sanofi-Aventis, se muestran inquietos ante el riesgo de que un fuerte competidor germano se les adelante en los nuevos mercados al este y el sudeste de la Eurozona.

Una fusión Bayer-Schering restituirá la presencia alemana entre las farmoquímicas mayores. Al momento, éstas son Pfizer (Estados Unidos), GlaxoSmithKline (Gran Bretaña), Sanofi-Aventis y Novartis. Por otra parte, Bayer es ya una comercializadora líder en medicamentos de venta libre, con marcas tan populares como Aspirina o Alka-Seltzer. Perto su imagen se agrietó cuando, en 2001, fue obligada a retirar su especialidad estelar contra el colesterol.

En un plano más genérico, la oferta hostil de Merck por Schering eleva al equivalente de US$ 196.000 millones el total de ellas en la Eurozona durante cuanto va del año. Una cifra varias veces superior a la de todo 2005 (apenas 95.000 millones), según datos de la consultoría Thomson Financial.

En dólares, la oferta representa unos 19.600 millones. En general, analistas británicos y estadounidenses esperan que la propuesta sea aceptada tal vez durante este mismo fin de semana. Será, sin duda, un cambio en las políticas de la berlinesa Schering, hasta ahora renuente a fusiones y, mucho más, a absorciones. Pero la oferta hostil de Merck le hizo ver a la compañía que ya no es posible aferrarse a la independencia.

Entre resistencias de los ejecutivos y presiones de los accionistas, queda claro que el papel de Bayer es el de “caballero andante” que sale a rescatar la doncella en su castillo sitiado. Cabe aclarar, entretanto, que la Merck germana no tiene vínculos con su semihomónima norteamericana, Merck, Sharp & Dohme.

Hace unos diez días, la junta directiva de Schering –cuya contrapartida anglosajona es Schering Plough- rechazó el intento de Merck por € 14.600 millones, monto bastante inferior al ofrecido ahora por Bayer. Eso le da la razón al directorio, pero el gesto de Merck deja bien en evidencia que Schering no tiene el volumen ni la solidez para continuar sola.

Pero no todo es tan sencillo. Fuentes de Bayer admiten que la propuesta definitiva quizá se formule en conjunto con Siemens, interesada en el negocio tecnológico de Schering. No obstante, los voceros de las tres compañías se negaban a hacer comentarios, salvo revelar que el primer contacto data del martes 13. En ese momento, quedó definido que las operaciones farmoquímicas del futuro grupo Bayer-Schering se unificarán en los laboratorios berlineses de la firma eventualmente adquirida.

Dado que no hay yuxtaposiciones relevantes entre los negocios de ambas, habrá escasa eliminación de empleos y no se prevén objeciones de las autoridades regulatorias alemanas ni de la Comisión Europea. No obstante, el gigante suizo Novartis y su rival francés paraestatal, Sanofi-Aventis, se muestran inquietos ante el riesgo de que un fuerte competidor germano se les adelante en los nuevos mercados al este y el sudeste de la Eurozona.

Una fusión Bayer-Schering restituirá la presencia alemana entre las farmoquímicas mayores. Al momento, éstas son Pfizer (Estados Unidos), GlaxoSmithKline (Gran Bretaña), Sanofi-Aventis y Novartis. Por otra parte, Bayer es ya una comercializadora líder en medicamentos de venta libre, con marcas tan populares como Aspirina o Alka-Seltzer. Perto su imagen se agrietó cuando, en 2001, fue obligada a retirar su especialidad estelar contra el colesterol.

En un plano más genérico, la oferta hostil de Merck por Schering eleva al equivalente de US$ 196.000 millones el total de ellas en la Eurozona durante cuanto va del año. Una cifra varias veces superior a la de todo 2005 (apenas 95.000 millones), según datos de la consultoría Thomson Financial.

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