Por Wellington Rodrigues (*)
A pesar de la creciente cultura del “home office”, se seguirá requiriendo de un transporte eficiente y rápido que además esté comprometido con las acciones que ayuden a revertir y hacer frente al cambio climático. Se proyecta que la recuperación total del sector se concrete entre 2023 y 2024. Estas son las variables a considerar para evolucionar bajo una visión sostenible y sustentable:
El impacto de la aviación en el cambio climático y su aporte a un futuro más limpio.
Dado su papel como un impulsor del desarrollo de las sociedades modernas, la aviación ya se había propuesto hace tiempo el compromiso de reducir su huella ecológica, la cual se estimaba en 2.4% respecto al total de las emisiones de CO2, según datos del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).
Un primer ejemplo es que una gran parte de las principales aerolíneas han ido renovando progresivamente su flota, al invertir en aviones con bajas emisiones de carbono. Según estimaciones recientes, esto podría contribuir a reducir las emisiones de CO2 entre 15 y 20%. También ha hecho su parte el desarrollo de combustibles de aviación sostenible (SAF, por su sigla en inglés).
Si bien los SAF son combustibles directos producidos con los mismos hidrocarburos que el queroseno de origen fósil, provienen de fuentes más sostenibles. Por esa razón se estima que la introducción de SAF contribuiría a una disminución del 5-10% en las emisiones de carbono. Finalmente, la industria está trabajando con la comunidad de Gestión del Tráfico Aéreo (ATM) en el desarrollo de herramientas y métodos que faciliten la introducción de operaciones ecológicas. Dichas operaciones serían fundamentales para reducir las emisiones de CO2 en aproximadamente un 10-15%.
Clima y logística: clave para optimizar las operaciones de vuelo y reducir emisiones.
Para lograr una eficiente transición ecológica que se traduzca en una aviación verde, es importante desarrollar estrategias que permitan la reducción del CO2 y de las estelas que inevitablemente generan efectos climáticos. Una simple acción como la optimización de las rutas de vuelo podrían representar una reducción de hasta 10% de CO2, aunque también hay que tener presente factores como el viento y el clima, ya que ambos pueden aumentar significativamente el consumo de combustible o viceversa, si se saben aprovechar los mejores vientos y gradientes de temperatura para aumentar la velocidad o altura de la aeronave.
Para optimizar las operaciones de vuelo, también es fundamental una estrecha colaboración entre los controladores de tráfico aéreo (ATC) y los pilotos. Actualmente ya existen innovadoras soluciones que permiten a los centros ATC definir bloques 4D y declararlos como “banderas verdes”, generando trayectorias más ecológicas sin comprometer la seguridad.
De 2006 a 2020, estudios han planteado diversas medidas para el control de la huella de carbono. Entre ellas, el cambio de horario de despegues, de manera que los efectos sean nocturnos. Otros plantean que las aeronaves eviten las zonas propicias para la formación de estelas, adaptando sus trayectorias verticales y horizontales.
La transición ecológica: un reto transformador en el marco del Covid-19
Es indiscutible que la incertidumbre generada por la crisis de Covid-19 se ha traducido en una caída del tráfico aéreo sin precedentes, lo que ha llevado a la Dirección de Transporte Aéreo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a estimar una recuperación que podría tomar algunos años. No obstante, dicha crisis crea una oportunidad única para este sector, ya que al haberse reducido el tráfico comercial en más del 50% durante varios meses, por primera vez, los experimentos y cambios a gran escala son factibles.
Las diferentes empresas se encuentran en el momento clave de ir ajustando sus parámetros para reducir sus emisiones, de manera que se vaya recuperando el sector y también avance la ansiada aviación verde. El uso intensivo de tecnología, sea en el desarrollo de aviones con bajas emisiones de carbono, nuevos combustibles de aviación o en las operaciones de ATM, tiene papel fundamental en el continuo crecimiento y desarrollo del planeta, bajo una visión sustentable y sostenible.
(*) Director de estrategia y marketing en Thales para América Latina.