<p>Desde octubre, las grandes compañías exigen a los países centrales más restricción de emisiones y, a los organismos multilaterales, asistencia pecuniaria a países en desarrollo. Para ello han formado un “lobby”, ClimateWise dirigido por Andrew Torrance, director ejecutivo de la aseguradora alemana Allianz en Londres.<br />
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Por supuesto, estas firmas no abrigaban muchas esperanzas acerca de la cumbre sobre el tema, el mes próximo en Copenhague. “Los cambios climáticos indeseables deben afrontarse ya, si el mundo quiere nuestra cooperación”, sostenía el directivo. “Si los gobiernos no se apresuran en actuar, el efecto invernadero acabará tornando inasegurables sectores económicos enteros y sufriremos pérdidas crecientes”. <br />
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La actividad teme que “los trastornos meteorológicos nos obliguen a congelar mayores montos en previsión de balances cada año más negativos”. Sin duda, ClimateWise opera en realidad como grupo de presión sobre gobiernos y entidades multinacionales, en vísperas de una reunión frustrada antes de tiempo. Justamente, por falta de fondos. <br />
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La propuesta del cabildeo no es en sí mala. Incluye un acuerdo entre países desarrollados para reducir hasta 40% las emisiones tóxicas hacia 2020 (la postura oficial prevé 50%). Pero la verdadera clave es un paquete de ayuda financiera, vía recursos públicos, tendiente a que los países en desarrollo afronten el efecto invernadero.<br />
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Según Torrance, los quebrantos relativos al clima “podrían elevarse 75% en los próximos treinta años, a valores constantes. En 1979/2008, los reclamos por ese tipo de daños se multiplicaron quince veces, debido a la frecuencia o intensidad de tormentas e inundaciones”. Pero hay dos factores pasados por alto.<br />
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Primero, estudios independientes señalan que el aumento de pérdidas se debe realmente a la concentración poblacional en áreas castigadas (Florida, deltas del Misisipi o el Ganges-Brahmaputra). Segundo, también las primas de las pólizas han estado subiendo. Este lado de la cuestión suele ser eludido por las compañías, en una actitud similar a la de la gran banca occidental respecto de la crisis sistémica.</p>
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Aseguradoras, desveladas por el efecto invernadero
La actividad se preocupa ante la contaminación. Desde hace algunas semanas, presiona por más acción ante las emisiones de dióxido de carbono. Pero no ofrece aportes financieros. El efecto invernadero puede tornar inasegurables vastos sectores económicos con pérdidas crecientes.