Las acciones cerraron el martes a US$ 122,02 y la capitalización total de la compañía ascendió a US$ 710.700 millones. O sea, por su crecimiento parecería que Apple fuera una start-up y no una empresa sólidamente establecida desde hace ya unos cuantos años.
La valuación creció por el extraordinario éxito del lanzamiento el año pasado del iPhone 6 y 6 Plus. Las ventas combinadas de ambos contribuyeron a recaudar US$ 76.400 millones solamente en el último trimestre. Sencillamente la compañía vendió los tres últimos meses del año 75 millones de teléfonos. Ninguna compañía logró esas ventas en un trimestre.
Sus ganancias crecieron 38% para alcanzar los UUS$ 18.000 millones. Sus ventas crecieron 30% para llegar a US$ 74,600 millones
El CEO Tim Cook anunció en una conferencia en la sede de Goldman Sachs San Francisco que la compañía no se va a sentar sobre el dinero. Va a devolver efectivo a los accionistas pero sólo después de invertir en investigación y desarrollo, hacer adquisiciones, expandir sus tiendas y mantener su infraestructura.
Anunció también una inversión de US$ 850 millones para construir una granja solar en California que proveerá energía renovable a su nuevo campus, otras oficinas y tiendas en el estado.
No dio información sobre los movimientos futuros, ni nuevos productos excepto aquellos que ya están anunciados, como el Apple Watch. Tampoco mencionó nada sobre televisión, un renglón que se comenta ha recobrado interés en la compañía. Recuérdese que antes de morir Steve Jobs decía que su última obsesión era fabricar un televisor que eliminara la profusión de controles y que hiciera la tarea absolutamente fácil para el usuario.