jueves, 26 de diciembre de 2024

Andre Et Cie se concentrará en la Argentina

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La compañía suiza considera que la Argentina, Brasil y Asia son los puntos que deberá reforzar para preservar su negocio. Se retirará de Europa y de África.

(EFE).- El grupo suizo André et Cie, dedicado a los negocios de importación y exportación y muy activo en América del Sur, atraviesa una grave crisis, informó hoy (viernes 9) su dirección.

En adelante, el grupo concentrará sus actividades comerciales en Brasil, la Argentina y Asia mientras que suprimirá las de Europa y África.

Sólo ocho semanas después del anuncio de una drástica reestructuración, el grupo se encuentra en un callejón sin salida en las negociaciones con cuarenta y tres bancos acreedores.

Así lo explicó hoy su director general, Friedrich Sauerlaender, según el cual se ha decidido poner fin a las actividades comerciales en su sede central de Lausana.

En 1999, el grupo perdió US$ 285 millones, y en el 2000 las pérdidas sumaron otros US$ 209 millones.

El pasado 19 de enero, Sauerlaender anunció un plan de reestructuración para salvar la empresa siempre y cuando los bancos acreedores aceptasen mantener sus líneas de crédito.

Sin líneas de crédito, la empresa no podía seguir operando normalmente y financiar sus actividades porque sus fondos propios, que eran de sólo US$ 10 millones a finales de enero, se funden a un ritmo de US$ 6 millones al mes.

El grupo ha obtenido una primera prórroga de dos meses a partir del 8 de marzo, a la que podrían teóricamente suceder otras de seis meses hasta un total de dos años.

En un intento de salvar lo que aún se pueda, el grupo se concentrará en sus actividades en Brasil, la Argentina y Asia, sectores que se convertirán en entidades independientes con una administración local aunque coordinadas desde Lausana.

Por el contrario, se suprimirán las actividades comerciales en Europa y África, administradas hasta ahora también desde Lausana, y sólo quedará un equipo que se encargará del desmantelamiento.

La sociedad André fue fundada en 1877 por Henri André y se dedicó en un principio a la importación de cereales, plantas oleaginosas y pastas italianas.

Sus primeros contactos con Argentina datan de 1927, y con posterioridad la empresa amplió sus actividades a África y Asia hasta estar presente, a partir de los años ochenta del pasado siglo, en unos setenta países.

La empresa es conocida también indirectamente por su sociedad de armadores Suisse Atlantique SA, de Lausana, vinculada al grupo y que tiene buques que navegan bajo pabellón suizo desde la Segunda Guerra Mundial.

Todavía bajo control familiar y jamás cotizada en Bolsa, André et Cie ha cultivado el secreto hasta el punto de no publicar durante mucho tiempo resultados. Según la prensa suiza, su cifra de negocios la calculan algunos en unos 10.000 millones de francos (US$ 625.000 millones).

Según los observadores, el caso de André et Cie es el de una empresa que no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos.

Administrada en un principio de acuerdo con los valores de la comunidad protestante a la que pertenecía su fundador, la empresa ha estado demasiado tiempo sometida al poder de decisión y de veto del patriarca de tercera generación de la familia, Georges André.

(EFE).- El grupo suizo André et Cie, dedicado a los negocios de importación y exportación y muy activo en América del Sur, atraviesa una grave crisis, informó hoy (viernes 9) su dirección.

En adelante, el grupo concentrará sus actividades comerciales en Brasil, la Argentina y Asia mientras que suprimirá las de Europa y África.

Sólo ocho semanas después del anuncio de una drástica reestructuración, el grupo se encuentra en un callejón sin salida en las negociaciones con cuarenta y tres bancos acreedores.

Así lo explicó hoy su director general, Friedrich Sauerlaender, según el cual se ha decidido poner fin a las actividades comerciales en su sede central de Lausana.

En 1999, el grupo perdió US$ 285 millones, y en el 2000 las pérdidas sumaron otros US$ 209 millones.

El pasado 19 de enero, Sauerlaender anunció un plan de reestructuración para salvar la empresa siempre y cuando los bancos acreedores aceptasen mantener sus líneas de crédito.

Sin líneas de crédito, la empresa no podía seguir operando normalmente y financiar sus actividades porque sus fondos propios, que eran de sólo US$ 10 millones a finales de enero, se funden a un ritmo de US$ 6 millones al mes.

El grupo ha obtenido una primera prórroga de dos meses a partir del 8 de marzo, a la que podrían teóricamente suceder otras de seis meses hasta un total de dos años.

En un intento de salvar lo que aún se pueda, el grupo se concentrará en sus actividades en Brasil, la Argentina y Asia, sectores que se convertirán en entidades independientes con una administración local aunque coordinadas desde Lausana.

Por el contrario, se suprimirán las actividades comerciales en Europa y África, administradas hasta ahora también desde Lausana, y sólo quedará un equipo que se encargará del desmantelamiento.

La sociedad André fue fundada en 1877 por Henri André y se dedicó en un principio a la importación de cereales, plantas oleaginosas y pastas italianas.

Sus primeros contactos con Argentina datan de 1927, y con posterioridad la empresa amplió sus actividades a África y Asia hasta estar presente, a partir de los años ochenta del pasado siglo, en unos setenta países.

La empresa es conocida también indirectamente por su sociedad de armadores Suisse Atlantique SA, de Lausana, vinculada al grupo y que tiene buques que navegan bajo pabellón suizo desde la Segunda Guerra Mundial.

Todavía bajo control familiar y jamás cotizada en Bolsa, André et Cie ha cultivado el secreto hasta el punto de no publicar durante mucho tiempo resultados. Según la prensa suiza, su cifra de negocios la calculan algunos en unos 10.000 millones de francos (US$ 625.000 millones).

Según los observadores, el caso de André et Cie es el de una empresa que no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos.

Administrada en un principio de acuerdo con los valores de la comunidad protestante a la que pertenecía su fundador, la empresa ha estado demasiado tiempo sometida al poder de decisión y de veto del patriarca de tercera generación de la familia, Georges André.

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