jueves, 26 de diciembre de 2024

Altria se apresta para volver a dividirse, si la dejan

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Por vez primera, el grupo Altria admite que estudia retornar al pasado. Vale decir, piensa separar los componentes Kraft Foods y Philip Morris. Vale decir, alimentos por un lado y cigarrillos por el otro.

Así lo señaló ante la prensa, en Nueva York, Louis Camilleri, presidente y director ejecutivo del conglomerado. De inmediato, las acciones empezaron a recobrar valor en Wall Street, reflejando una vieja idea del mercado: Kraft fue usada simplemente para bajarle el perfil a PM, porque ya hace tres años las tabacaleras afrontaban juicios e indemnizaciones sin precedentes.

Por supuesto, Camilleri habló de “maximizar el valor ante los accionistas” –eufemismo gerencial por mejorar dividendos- fragmentando el grupo “en dos, quizá tres entidades autónomas y fuertes. Al respecto, estamos allanando el camino, en particular lo atinente a los problemas jurídicos de Philip Morris”.

Dicho de otra forma, la división podría mejorar el perfil bursátil de Kraft Foods y sincerar el verdadero valor de Philip Morris USA y Philip Morris International en los mercados. No sólo los accionarios. El propio Camilleri confesó que lo hecho en 2001 fue un error de management: la formación de Altria significó descapitalizar a la subsidiaria KF.

El CEO habló de dos o tres firmas separadas, pero no dio explicaciones. Algunos analistas creen que, si son tres –como dan por sentado-, las ramas local e internacional de PM serán compañías autónomas. Existe una buena razón: poner la internacional a salvo de pleitos que castigan a la norteamericana.

Naturalmente, el asunto más espinoso se relaciona con la demanda de US$ 280.000 millones radicada por el departamento federal de Justicia contra las principales tabacaleras de Estados Unidos. El asunto está en fase procesar desde septiembre. Pero Altria afronta una demanda específica, incoada en Illinois, por US$ 12.000 millones en daños y perjuicios, asociados a publicidad engañosa sobre cigarrillos “livianos”.

Entretanto, el superior tribunal de Florida considera reabrir una acción colectiva por US$ 145.000 millones contra la industria tabacalera. De ese monto, la mitad le cabe a Altria (Philip Morris). Precisamente, los problemas judiciales pueden demorar la secesión de Kraft, pues el grupo se expondría a cargos por “transpaso fraudulento de activos” para evitar que los alcancen eventuales veredictos adversos.

Así lo señaló ante la prensa, en Nueva York, Louis Camilleri, presidente y director ejecutivo del conglomerado. De inmediato, las acciones empezaron a recobrar valor en Wall Street, reflejando una vieja idea del mercado: Kraft fue usada simplemente para bajarle el perfil a PM, porque ya hace tres años las tabacaleras afrontaban juicios e indemnizaciones sin precedentes.

Por supuesto, Camilleri habló de “maximizar el valor ante los accionistas” –eufemismo gerencial por mejorar dividendos- fragmentando el grupo “en dos, quizá tres entidades autónomas y fuertes. Al respecto, estamos allanando el camino, en particular lo atinente a los problemas jurídicos de Philip Morris”.

Dicho de otra forma, la división podría mejorar el perfil bursátil de Kraft Foods y sincerar el verdadero valor de Philip Morris USA y Philip Morris International en los mercados. No sólo los accionarios. El propio Camilleri confesó que lo hecho en 2001 fue un error de management: la formación de Altria significó descapitalizar a la subsidiaria KF.

El CEO habló de dos o tres firmas separadas, pero no dio explicaciones. Algunos analistas creen que, si son tres –como dan por sentado-, las ramas local e internacional de PM serán compañías autónomas. Existe una buena razón: poner la internacional a salvo de pleitos que castigan a la norteamericana.

Naturalmente, el asunto más espinoso se relaciona con la demanda de US$ 280.000 millones radicada por el departamento federal de Justicia contra las principales tabacaleras de Estados Unidos. El asunto está en fase procesar desde septiembre. Pero Altria afronta una demanda específica, incoada en Illinois, por US$ 12.000 millones en daños y perjuicios, asociados a publicidad engañosa sobre cigarrillos “livianos”.

Entretanto, el superior tribunal de Florida considera reabrir una acción colectiva por US$ 145.000 millones contra la industria tabacalera. De ese monto, la mitad le cabe a Altria (Philip Morris). Precisamente, los problemas judiciales pueden demorar la secesión de Kraft, pues el grupo se expondría a cargos por “transpaso fraudulento de activos” para evitar que los alcancen eventuales veredictos adversos.

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