Grover, un servicio de alquiler de productos de tecnología con sede en Alemania respaldado por la aseguradora Assurant y el fabricante de productos electrónicos Samsung, ha aumentado su ronda de la serie B a unos US100 millones tras cerrar un segundo tramo de US$ 29 millones.
Este nuevo respaldo de inversión confirma una tendencia, el cambio de paradigma de poseer a acceder, en este caso de dispositivos como iPhones y Fitbits hasta cámaras Nikon y aspiradoras Roombas. Los consumidores – explica el informe de Trendsity- pueden alquilar por tan solo un mes, con precios mensuales que disminuyen durante períodos de alquiler más largos. Otro ejemplo es Back Market, el marketplace donde se compran dispositivos reacondicionados y reparados con valores que rondan 70% de su costo original.
Lo interesante del caso es que esta modalidad empieza a consolidarse en una industria marcada por la obsolescencia programada y por “tener la última novedad”, un paradigma que también está comenzando a caer de la mano de nuevas generaciones que entienden que no es posible que los desechos electrónicos globales sigan creciendo.
Hay que tener en cuenta que alcanzarán las 74 toneladas métricas para 2030, casi el doble de los desechos electrónicos en solo 16 años.
Los consumidores se enfrentan a dos deseos en conflicto: tener la novedad en tecnología y no dañar al planeta, y este tipo de plataformas pueden conciliar ambos mundos.