Alitalia: un activo estratégico que nadie quiere comprar

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Parece imposible vender la compañía o seguir operándola como hasta ahora. No obstante, es clave para el resto del negocio en la Eurozona. Sucesivos intento de colocar el 49,9% en poder del estado han capotado uno tras otro.

A medida como el mercado local crecía, Alitalia perdía participación. Tomando asientos por semana en vuelos sin escala, la aerolínea de bandera ha ido cayendo de 43% en 2001 a 25% en 2007. En pasajero/kilómetro, cede de 60% en 2001 a 40% este año.

La espectacular subasta a mediados de año fracasó porque, finalmente, ninguno de los cinco presuntos interesados presentó oferta en firme. Después, se buscaron diversos compradores potenciales pero, ahora nadie cree que aparezca alguien antes de vencer el último plazo, el 15 de diciembre.

Mientras tanto, pérdidas crecientes, mal management y contracció de efectivo indican que Alilalia puede quedarse sin fondos y cerrar en algún momento de 2008. No obstante, grandes buitres merodean a la moribunda por una razón sencilla: es pieza clave en la puja por ver quién se queda con los pasajeros europeos que más pagan. Desde opulentos banqueros de Milán hasta ricos turistas que viajan entre Roma, Venecia, Florencia y Génova.

Lufthansa y AirFrance-KLM estudian planes para absorber al enfermo. Ni ambas ni British Airways sueltan prenda. Entretanto, las pérdidas del tercer trimestre sumaban € 58 millones y, a este paso, la compañía completará cinco años sin ganar un centavo. Una aerolínea privada no habría sobrevivido. “Estamos en coma”, confesó el tercer presidente en menos de un año. La apertura del mercado europea –años atrás- y, ahora, del norteamericano han convertido Alitalia en un anacronismo que se resiste a restructurarse en serio, plagado de gerentes y sindicalistas tozudos.

En mucho mejores condiciones que Alitalia, Iberia se ha puesto en venta y escogerá postor en pocas semanas. Por su parte, Scandinavian Airlines System (SAS) proyecta vender a Lufthansa su 20% en British Midland.

A medida como el mercado local crecía, Alitalia perdía participación. Tomando asientos por semana en vuelos sin escala, la aerolínea de bandera ha ido cayendo de 43% en 2001 a 25% en 2007. En pasajero/kilómetro, cede de 60% en 2001 a 40% este año.

La espectacular subasta a mediados de año fracasó porque, finalmente, ninguno de los cinco presuntos interesados presentó oferta en firme. Después, se buscaron diversos compradores potenciales pero, ahora nadie cree que aparezca alguien antes de vencer el último plazo, el 15 de diciembre.

Mientras tanto, pérdidas crecientes, mal management y contracció de efectivo indican que Alilalia puede quedarse sin fondos y cerrar en algún momento de 2008. No obstante, grandes buitres merodean a la moribunda por una razón sencilla: es pieza clave en la puja por ver quién se queda con los pasajeros europeos que más pagan. Desde opulentos banqueros de Milán hasta ricos turistas que viajan entre Roma, Venecia, Florencia y Génova.

Lufthansa y AirFrance-KLM estudian planes para absorber al enfermo. Ni ambas ni British Airways sueltan prenda. Entretanto, las pérdidas del tercer trimestre sumaban € 58 millones y, a este paso, la compañía completará cinco años sin ganar un centavo. Una aerolínea privada no habría sobrevivido. “Estamos en coma”, confesó el tercer presidente en menos de un año. La apertura del mercado europea –años atrás- y, ahora, del norteamericano han convertido Alitalia en un anacronismo que se resiste a restructurarse en serio, plagado de gerentes y sindicalistas tozudos.

En mucho mejores condiciones que Alitalia, Iberia se ha puesto en venta y escogerá postor en pocas semanas. Por su parte, Scandinavian Airlines System (SAS) proyecta vender a Lufthansa su 20% en British Midland.

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