Por de pronto, Alitalia incluirá nuevamente a AirFrance-KLM y Lufthansa en la lista de interesados potenciales, que difundida entre el lunes y el martes próximos. Al parecer, el consultor de la liquidación (Citigroup) ha sugerido ese temperamento al directorio y lo ha comunicado a la Commissione nazionale per società e borse (Consob).
Por segunda vez, entonces, el estado buscará vender el 49,9% que tiene en el paquete de una compañía que, pronto, no podrá siquiera pagar sueldos en el país y el extranjero. El anterior intento capotó en julio, cuando la competidora local, Air One, y el fondo Texas Pacific group (compras apalancadas) se retiraron acusando al propio gobierno -como habían hecho otros concurrentes- de poner trabas.
Poco antes, la linea estatal rusa Aeroflot también abandonaba la licitación. En septiembre, se confirmó que Alitalia había perdido más de € 2.000 millones en cuatro años. A principios de octubre cancelaba la mitad de sus vuelos internacionales, entre ellos casi todos los destinados a Latinoamérica (detalle que Buenos Aires parecía ignorar).
Pero las cosas no serán fáciles. “Restructurar Alitalia como compañía bajo control extranjero implicará hacer frente a una coalición de gerentes, sindicatos, parlamentarios y políticos”. Así presume un informe de JP Morgan Chase (Londres). En tono opuesto, medios italianos están seguros de que el ministro de economía, Tommaso Padoa-Schioppa, y el propio premier” Romano Prodi están dispuestos a seguir adelante y olvidar la “línea de bandera”.
Por de pronto, Alitalia incluirá nuevamente a AirFrance-KLM y Lufthansa en la lista de interesados potenciales, que difundida entre el lunes y el martes próximos. Al parecer, el consultor de la liquidación (Citigroup) ha sugerido ese temperamento al directorio y lo ha comunicado a la Commissione nazionale per società e borse (Consob).
Por segunda vez, entonces, el estado buscará vender el 49,9% que tiene en el paquete de una compañía que, pronto, no podrá siquiera pagar sueldos en el país y el extranjero. El anterior intento capotó en julio, cuando la competidora local, Air One, y el fondo Texas Pacific group (compras apalancadas) se retiraron acusando al propio gobierno -como habían hecho otros concurrentes- de poner trabas.
Poco antes, la linea estatal rusa Aeroflot también abandonaba la licitación. En septiembre, se confirmó que Alitalia había perdido más de € 2.000 millones en cuatro años. A principios de octubre cancelaba la mitad de sus vuelos internacionales, entre ellos casi todos los destinados a Latinoamérica (detalle que Buenos Aires parecía ignorar).
Pero las cosas no serán fáciles. “Restructurar Alitalia como compañía bajo control extranjero implicará hacer frente a una coalición de gerentes, sindicatos, parlamentarios y políticos”. Así presume un informe de JP Morgan Chase (Londres). En tono opuesto, medios italianos están seguros de que el ministro de economía, Tommaso Padoa-Schioppa, y el propio premier” Romano Prodi están dispuestos a seguir adelante y olvidar la “línea de bandera”.