Ahora, China exporta campesinos a países africanos

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“Tenemos demasiada mano de obra rural y poca tierra arable disponible”, sostiene Lu Jianjun, de la cámara de comercio sinoafricana. Su programa ha enviado ya miles de cultivadores a dieciocho estados desde el Mediterráneo hasta el Cabo.

Por un lado Beijing destaca buques de guerra para ayudar a combatir piratas somal&iacute;es en los golfos de Ad&eacute;n y Om&aacute;n que, seg&uacute;n Dennis Blair (futuro jerarca de inteligencia en el gabinete Obama), no debieran existir. Por otro, consolida lazos comerciales, tecnol&oacute;gicos y econ&oacute;micos con &Aacute;frica. <br />
<p> Eso explica las 800 firma estatales chinas involucradas en proyectos por US$ 100.000 millones este a&ntilde;o, contra apenas mil millones en 2001. Como lo observaba hace poco Ban ki-mun &ndash;secretario general de la ONU, surcoreano-, &ldquo;China exporta modelos y tambi&eacute;n mano de obra&rdquo;. Ninguno es democr&aacute;tico pero &iquest;qu&eacute; sentido tiene esa ex&oacute;tica flor occidental en &Aacute;frica, salvo su extremo sur?</p>
<p> Se trata, claro, de decenas de miles de agricultores que el Reino del Medio a enviado al continente eti&oacute;pico, seg&uacute;n el programa ideado por Liu. En unos diez a&ntilde;os, ha organizado una red de aldeas Baoding (as&iacute; se llama su poblado natal), que concentra emigrantes chinos en Argelia, Sud&aacute;n, Kenya. Uganda, Nigeria, Ghana, Costa de Marfil, Senegal, Zambia y Sud&aacute;frica.</p>
<p> A fin de este a&ntilde;o, suman 750.000 los campesinos instalados que trabajan y aprenden junto a los africanos. No obstante, estos meses los problemas de demanda externa relacionados con la crisis occidental a&ntilde;aden obreros industriales, antes agricultores. Por lo com&uacute;n, cada aldea Baoding implica proyectos de irrigaci&oacute;n, mejora de rindes, nuevos cultivos, etc.</p>
<p> Algunos casos son emblem&aacute;ticos. Por ejemplo, en Costa de Marfil se precisan 400.000 toneladas anuales de alimentos y los cultivadores locales no daban abasto para elevar la producci&oacute;n en lapsos razonables. Por supuesto, a veces hay roces entre ambos grupos o los chinos no atinan a moverse en un entorno social como el senegal&eacute;s, donde hay dos idiomas locales dominantes (wolof, mandinga) y una lengua com&uacute;n, el franc&eacute;s, legada por la colonia.</p>
<p> En otros casos, la iniciativa cl&aacute;sica de los chinos hace que algunos dejen los villorios y se independicen. En este plano, la experiencia argentina es ilustrativa: a no se conciben la capital federal y el conurbano sin supermercaditos chinos (tampoco sin vendedores africanos de fantas&iacute;as). Pero la exportaci&oacute;n de campesinos a &Aacute;frica revela hasta qu&eacute; punto la imaginaci&oacute;n oriental descubre campos que los occidentales, antes amos del continente, jam&aacute;s sospecharon. Tal vez porque &iquest;qu&eacute; agricultor franc&eacute;s o italiano se resignar&iacute;a a vivir entre moros y negros?…</p>

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