La actual dirección de Aerolíneas Argentinas estudia la devolución al consorcio europeo Airbus de los A-310 integrados en su flota y una mejor amortización de la compra de los A-340, con el objetivo de reducir costos.
En el marco de las medidas de ajuste llevadas a cabo por los actuales gestores, se reemplazaron también 19 gerencias por personal de menor escala, eliminando así el peso de los sueldos más elevados, según publica el lunes “La Nación”. De acuerdo con este diario, la dirección de la compañía, encabezada por Mario Sruber, no baraja despidos masivos, pero sí prevé renegociar los convenios con el gremio de mecánicos.
Como muestra de la política de reducción de costos, el diseño de la nueva imagen corporativa, encargada al australiano Ken Cato, con un coste de US$ 1,5 millones, fue postergado sin fecha. Asimismo, la aerolínea negocia con los bancos algunas líneas de crédito. Con el Citi, que otorgó el último préstamo de US$ 100 millones se negocia una desaceleración del pago.
Según “La Nación”, la actual gestión de Aerolíneas apuesta por recuperar la confianza de los bancos, los gobiernos, el personal y, sobre todo, del pasajero. En el plano político, el objetivo es conseguir el apoyo de los dos gobiernos involucrados en la propiedad de Aerolíneas, el argentino y el español. Tras la victoria del PP en las elecciones generales españolas, se considera que nada impedirá una financiación por parte del Ejecutivo español.
Del Gobierno argentino, pese a una cierta resistencia a participar en la capitalización, hay apoyo, como demuestra la revisión del acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos. Mario Sruber sustituyó en febrero a Diego Cousiño y a David Cush al frente de Aerolíneas, los cuales gestionaron durante 15 meses la compañía y su filial Austral tras la entrada de American Airlines en el capital con 10%.
La actual dirección de Aerolíneas Argentinas estudia la devolución al consorcio europeo Airbus de los A-310 integrados en su flota y una mejor amortización de la compra de los A-340, con el objetivo de reducir costos.
En el marco de las medidas de ajuste llevadas a cabo por los actuales gestores, se reemplazaron también 19 gerencias por personal de menor escala, eliminando así el peso de los sueldos más elevados, según publica el lunes “La Nación”. De acuerdo con este diario, la dirección de la compañía, encabezada por Mario Sruber, no baraja despidos masivos, pero sí prevé renegociar los convenios con el gremio de mecánicos.
Como muestra de la política de reducción de costos, el diseño de la nueva imagen corporativa, encargada al australiano Ken Cato, con un coste de US$ 1,5 millones, fue postergado sin fecha. Asimismo, la aerolínea negocia con los bancos algunas líneas de crédito. Con el Citi, que otorgó el último préstamo de US$ 100 millones se negocia una desaceleración del pago.
Según “La Nación”, la actual gestión de Aerolíneas apuesta por recuperar la confianza de los bancos, los gobiernos, el personal y, sobre todo, del pasajero. En el plano político, el objetivo es conseguir el apoyo de los dos gobiernos involucrados en la propiedad de Aerolíneas, el argentino y el español. Tras la victoria del PP en las elecciones generales españolas, se considera que nada impedirá una financiación por parte del Ejecutivo español.
Del Gobierno argentino, pese a una cierta resistencia a participar en la capitalización, hay apoyo, como demuestra la revisión del acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos. Mario Sruber sustituyó en febrero a Diego Cousiño y a David Cush al frente de Aerolíneas, los cuales gestionaron durante 15 meses la compañía y su filial Austral tras la entrada de American Airlines en el capital con 10%.