Aerolíneas: continúa la huelga

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El gremio que agrupa a los trabajadores técnicos de la empresa cumplió hoy, domingo, con el sexto día de paro. Según fuentes de la empresa la medida les está costando hasta US$ 3 millones por día.

La actividad y cronograma de vuelos de las compañías Aerolíneas Argentinas y Austral se vio hoy (domingo 29) afectado por sexto día consecutivo por el paro que mantiene la Asociación de Personal Técnico de Aeronavegantes (APTA).

La medida de fuerza se inició el martes pasado en reclamo de la reincorporación de más de 200 empleados despedidos de la compañía y otras cuestiones vinculadas con la actividad que prestan sus asociados dentro de las empresas aéreas.

Por su parte, desde Aerolíneas Argentinas y Austral, fuentes consultadas ratificaron que “por el momento permanecen paralizados todos los vuelos de cabotaje e internacionales” que se prestan el Aeropuerto de Ezeiza, el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y las estaciones aéreas en el interior del país.

La huelga convocada por el sindicato de técnicos tiene, según algunas fuentes, un costo diario para la empresa de US$ 3 millones.

Fuentes sindicales informaron de que fracasaron las negociaciones que mantuvieron representantes de la compañía y de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), el viernes.

La APTA es uno de los sindicatos que se opone al Plan Director diseñado para Aerolíneas Argentinas por su principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España, que opera la compañía desde febrero de 2000.

Este plan intenta aliviar la crisis financiera de la empresa y de su filial de vuelos locales, Austral, que a final del año pasado acumulaban unas deudas de unos US$ 1.243 millones.

La huelga de APTA mantiene en tierra todos los aviones de Aerolíneas Argentinas y de Austral, que se ven obligadas a trasladar sus viajeros a otras líneas aéreas. El sindicato no ha cumplido con la petición del Gobierno de mantener servicios mínimos.

El secretario general de la APTA, Ricardo Cirielli, acusó de “intransigente” a la empresa por no aceptar recolocar a cerca de 200 empleados que, según fuentes sindicales, han recibido cartas de despido.

En declaraciones a la agencia local Infosic, Cirielli señaló que la exigencia de las autoridades para que el sindicato mantenga los servicios mínimos sólo busca “asegurar los viajes de funcionarios y legisladores para las minivacaciones del fin de semana”.

La actividad y cronograma de vuelos de las compañías Aerolíneas Argentinas y Austral se vio hoy (domingo 29) afectado por sexto día consecutivo por el paro que mantiene la Asociación de Personal Técnico de Aeronavegantes (APTA).

La medida de fuerza se inició el martes pasado en reclamo de la reincorporación de más de 200 empleados despedidos de la compañía y otras cuestiones vinculadas con la actividad que prestan sus asociados dentro de las empresas aéreas.

Por su parte, desde Aerolíneas Argentinas y Austral, fuentes consultadas ratificaron que “por el momento permanecen paralizados todos los vuelos de cabotaje e internacionales” que se prestan el Aeropuerto de Ezeiza, el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y las estaciones aéreas en el interior del país.

La huelga convocada por el sindicato de técnicos tiene, según algunas fuentes, un costo diario para la empresa de US$ 3 millones.

Fuentes sindicales informaron de que fracasaron las negociaciones que mantuvieron representantes de la compañía y de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), el viernes.

La APTA es uno de los sindicatos que se opone al Plan Director diseñado para Aerolíneas Argentinas por su principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España, que opera la compañía desde febrero de 2000.

Este plan intenta aliviar la crisis financiera de la empresa y de su filial de vuelos locales, Austral, que a final del año pasado acumulaban unas deudas de unos US$ 1.243 millones.

La huelga de APTA mantiene en tierra todos los aviones de Aerolíneas Argentinas y de Austral, que se ven obligadas a trasladar sus viajeros a otras líneas aéreas. El sindicato no ha cumplido con la petición del Gobierno de mantener servicios mínimos.

El secretario general de la APTA, Ricardo Cirielli, acusó de “intransigente” a la empresa por no aceptar recolocar a cerca de 200 empleados que, según fuentes sindicales, han recibido cartas de despido.

En declaraciones a la agencia local Infosic, Cirielli señaló que la exigencia de las autoridades para que el sindicato mantenga los servicios mínimos sólo busca “asegurar los viajes de funcionarios y legisladores para las minivacaciones del fin de semana”.

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