A través de las conexiones se dinamiza todo el ecosistema emprendedor, que incluye no solo conocimientos, sino también posibilidad de asociaciones, venta de empresas y hasta financiamiento. Para los introvertidos puede ser natural conectarse en un grupo pequeño, con gente conocida, pero a la hora de grandes eventos o reuniones con mucha gente se les dificultan las relaciones interpersonales, lo que puede perjudicarlos a la hora ampliar su red de contactos y hacer crecer sus negocios o materializar sus ideas.
Hoy en día la importancia del networking es clave a la hora de hacer negocios. Cada persona que se conoce puede transformarse en la oportunidad esperada para expandir un negocio o la solución inesperada a un problema de negocios de larga duración.
Llegar temprano
Muchas veces, al llegar a una reunión o evento, el lugar está lleno de gente que ya está agrupada y conversando animadamente habla. Esto puede ser una situación intimidante o abrumadora. Cómo entrar en alguna de esas charlas, es lo que una persona introvertida siempre se pregunta, y generalmente termina aislado, a un costado, y termina retirándose temprano y sin un solo contacto. Llegar de 15 a 20 minutos antes de tiempo o ser extremadamente puntual ayudará a sentirse cómodo mientras que haya pocas personas en el lugar y facilitará el acercamiento a personas para presentarse y ya poder ir generando conversaciones de 1 a 1, o de pocos, para ir entrando en confianza.
Lenguaje corporal
No pasar por alto el impacto del lenguaje corporal y la expresión facial. Hay momentos en estas reuniones donde, desanimados o vergonzosos, un emprendedor termina caminando solo, con manos en los bolsillos o solo agarrando una bebida, y es mejor estar consciente sobre cómo nos vemos frente a los demás. Es recomendable mantener una sonrisa y evitar cruzar los brazos. También procurar un aspecto presentable.
Aprovechar las esperas
Cuando se está en la fila a la mesa de registro de un evento o buffet, un buen tip es dar marcha atrás y entablar una conversación con la persona detrás. Simplemente decir “hola” y presentarse. Desde allí se puede armar una pequeña charla. Hacer una pregunta sobre el evento o a qué compañía pertenece la otra persona. Lo bueno de estar en una fila es que uno se ve obligado a estar cerca, al menos, de dos personas. Por lo tanto, podrá entablar una conversación mientras se espera el turno.
Seguir en contacto
Siempre llevar muchas tarjetas a los eventos e intercambiar datos de contacto con la mayor cantidad de gente posible. Escribir a los contactos un día o dos días más tarde para decirles simplemente que fue un placer conocerlos y que sería bueno lograr un próximo encuentro. Este simple esfuerzo fortalecerá la conexión con ellos y seguramente nos los crucemos en futuros eventos o reuniones.
(*) El autor es Director Internacional de Freelancer.com