Wall Street, afectada por California, Ford, General Electric, etc.

La crisis californiana, ventas estancadas en Ford y mal 2004 para General Electric afectaban la plaza. Además, el ISM teme que la economía aún no convalide la burbuja en Wall Street. Pero las intermediarias inflaban precios sobre el cierre.

2 julio, 2003

Cuidadosamente soslayadas por medios especializados en información bursátiles,
las crisis financieras en California y Nueva Jersey igual perturban a los operadores.
Mientras había un principio de acuerdo parlamentario en el segundo estado,
en California no se llegó a nada y el cese de pagos a reparticiones públicas
y contratistas pasaba los mil millones. Si la crisis alcanza a la semana próxima,
se multiplicarán los ceses de pago y la situación se pondrá
insostenible, ya que ese estado tiene una deuda total de US$ 38.000 millones.

Entretanto, el Institute for Supply Management -los gerentes de compras, usualmente
optimistas- señaló que las empresas siguen remisas a aumentar producción
y tomar gente, porque aún no se nota un repunte en la demanda real. Por
ende, la entidad no cree que la burbuja bursátil del II trimestre haya
tenido sustento suficiente (olvidando que sus pronósticos contribuyeron
al fenómeno). Su índice industrial, empero, sube de 49,4 (mayo)
a 49,8 puntos en junio, aunque -a menos de 50- sigue marcando un perfil contractivo.

Ya en el recinto, General Electric -la mayor cotizante en capitalización
de mercado- encabezaba las presiones bajistas. Motivo: JP Morgan Chase redujo
estimaciones sobre ganancias de la firma para 2004 (lo cual, indirectamente, pone
en duda que el esperado repunte económico se inicie en enero próximo,
como requiere la campaña reelectoral de George W. Bush). Justamente esto
explica que, en la última media hora, las principales intermediarias de
plaza saliesen a inflar precios para lograr un cierre alcista.

“No estamos seguros de que las cosas estén realmente mejorando ya”,
señalaba un analista de Fort Washington Investment Advisors, una cartera
que maneja US$ 26.000 millones en Cincinnati. En su caso, pesaba un informe de
Ford Motor, que revela algo inquietante: la venta de sus vehículos en EE.UU.
durante junio (311.252 unidades) fueron casi iguales a las de un año antes.
En otras palabras, el incremento de incentivos en mayo no daba resultados, aunque
la empresa esté “gastando” US$ 3.711 por automotor en reembolsos,
descuentos y financiamiento casi gratuito, contra 3.624 un mes atrás. En
síntesis, la segunda automotriz norteamericana está recorriendo
el mismo camino que General Motors (cuya deuda pasa ya de US$ 212.000 millones).

Finalmente, algunos analistas europeos empiezan a detectar un pausado flujo de
fondos desde el área dólar al área yen. Algunas señales
positivas en la economía japonesa -que Wall Street parece ignorar- están
acercando el índice bursátil Nikkei 225 a 10.000, tras años
de estancamientos.

Cuidadosamente soslayadas por medios especializados en información bursátiles,
las crisis financieras en California y Nueva Jersey igual perturban a los operadores.
Mientras había un principio de acuerdo parlamentario en el segundo estado,
en California no se llegó a nada y el cese de pagos a reparticiones públicas
y contratistas pasaba los mil millones. Si la crisis alcanza a la semana próxima,
se multiplicarán los ceses de pago y la situación se pondrá
insostenible, ya que ese estado tiene una deuda total de US$ 38.000 millones.

Entretanto, el Institute for Supply Management -los gerentes de compras, usualmente
optimistas- señaló que las empresas siguen remisas a aumentar producción
y tomar gente, porque aún no se nota un repunte en la demanda real. Por
ende, la entidad no cree que la burbuja bursátil del II trimestre haya
tenido sustento suficiente (olvidando que sus pronósticos contribuyeron
al fenómeno). Su índice industrial, empero, sube de 49,4 (mayo)
a 49,8 puntos en junio, aunque -a menos de 50- sigue marcando un perfil contractivo.

Ya en el recinto, General Electric -la mayor cotizante en capitalización
de mercado- encabezaba las presiones bajistas. Motivo: JP Morgan Chase redujo
estimaciones sobre ganancias de la firma para 2004 (lo cual, indirectamente, pone
en duda que el esperado repunte económico se inicie en enero próximo,
como requiere la campaña reelectoral de George W. Bush). Justamente esto
explica que, en la última media hora, las principales intermediarias de
plaza saliesen a inflar precios para lograr un cierre alcista.

“No estamos seguros de que las cosas estén realmente mejorando ya”,
señalaba un analista de Fort Washington Investment Advisors, una cartera
que maneja US$ 26.000 millones en Cincinnati. En su caso, pesaba un informe de
Ford Motor, que revela algo inquietante: la venta de sus vehículos en EE.UU.
durante junio (311.252 unidades) fueron casi iguales a las de un año antes.
En otras palabras, el incremento de incentivos en mayo no daba resultados, aunque
la empresa esté “gastando” US$ 3.711 por automotor en reembolsos,
descuentos y financiamiento casi gratuito, contra 3.624 un mes atrás. En
síntesis, la segunda automotriz norteamericana está recorriendo
el mismo camino que General Motors (cuya deuda pasa ya de US$ 212.000 millones).

Finalmente, algunos analistas europeos empiezan a detectar un pausado flujo de
fondos desde el área dólar al área yen. Algunas señales
positivas en la economía japonesa -que Wall Street parece ignorar- están
acercando el índice bursátil Nikkei 225 a 10.000, tras años
de estancamientos.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades