Tasa básica a 4,75%, crudos a US$ 81,55 y oro a 720 la onza

La Reserva Federal abandonó sus obsesiones inflacionarias y redujo el tipo referencial de 5,25 a 4,75% anual, sin generar demasiado euforia. Estimulados, empero, los tejanos ligeros saltaron a US$ 81,55, quinta máxima nominal seguida.

19 septiembre, 2007

En un mercado volátil, recrudecen los temores sobre abastecimiento de aceite para calefacción y refinados en Estados Unidos. Hay un aspecto curioso en esta corrida. Se esperaba que la Reserva Federal rebajase medio punto la tasa básica, tras no tocarla desde 2005 (cosa que hizo y por un margen no registrado desde 2002: medio punto). Algunos creen que ese gesto bastará para superar las crisis hipotecaria y de liquidez global –una expresión de deseos- , por lo que la demanda de petróleo continuaría firme.

En el plano real, huracanes y otros riesgos al abastecimiento de combustibles en EE.UU. se combinan con el menor flujos de fondos bursátiles al negocio del petróleo y derivados. Esta peculiar mezcla ya ha empujado los crudos tejanos dulces más de 30% en cuanto va del año.

El arbitraje vespertino en la plaza de futuros y opciones (Nueva York) marcaba US$ 81,55 el barril de 161 litros con entrega en octubre e inicios de noviembre, tras picos de 82,20. Curiosamente, el Brent nórdico queda bastante retrasado en Londres: apenas US$ 77,60 el barril de 159 litros. Por primera vez en año y medio, ahora el oro acompañaba registrando hasta US$ 720 la onza troy al contado.

En Nueva York, claro, hubo rebotes de 2,5% (Dow Jones industrial), 2,7% (Nasdaq compuesto) y 2,9% (Standard&Poor’s 500). En este clima, lo más extraños es que algunos columnistas del “Wall Street journal” retomen el discurso ahora descartado por Benjamin Bernanke: “persisten las presiones inflacionarias”. Por supuesto, la crisis hipotecaria –ahora contagiada a Gran Bretaña- y su efecto clave (la ola de iliquidez financiera global- con factores antinflacionarios.

En un mercado volátil, recrudecen los temores sobre abastecimiento de aceite para calefacción y refinados en Estados Unidos. Hay un aspecto curioso en esta corrida. Se esperaba que la Reserva Federal rebajase medio punto la tasa básica, tras no tocarla desde 2005 (cosa que hizo y por un margen no registrado desde 2002: medio punto). Algunos creen que ese gesto bastará para superar las crisis hipotecaria y de liquidez global –una expresión de deseos- , por lo que la demanda de petróleo continuaría firme.

En el plano real, huracanes y otros riesgos al abastecimiento de combustibles en EE.UU. se combinan con el menor flujos de fondos bursátiles al negocio del petróleo y derivados. Esta peculiar mezcla ya ha empujado los crudos tejanos dulces más de 30% en cuanto va del año.

El arbitraje vespertino en la plaza de futuros y opciones (Nueva York) marcaba US$ 81,55 el barril de 161 litros con entrega en octubre e inicios de noviembre, tras picos de 82,20. Curiosamente, el Brent nórdico queda bastante retrasado en Londres: apenas US$ 77,60 el barril de 159 litros. Por primera vez en año y medio, ahora el oro acompañaba registrando hasta US$ 720 la onza troy al contado.

En Nueva York, claro, hubo rebotes de 2,5% (Dow Jones industrial), 2,7% (Nasdaq compuesto) y 2,9% (Standard&Poor’s 500). En este clima, lo más extraños es que algunos columnistas del “Wall Street journal” retomen el discurso ahora descartado por Benjamin Bernanke: “persisten las presiones inflacionarias”. Por supuesto, la crisis hipotecaria –ahora contagiada a Gran Bretaña- y su efecto clave (la ola de iliquidez financiera global- con factores antinflacionarios.

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