Sin tocar su puntaje, Moodys se muestra menos severa
Al mejorar la opinión sobre Argentina justo cuando un lobby financiero insiste en que no hay clima para negocios-, la agencia deja en el aire a varios gurúes locales. Simultáneamente, Bear Stearns es optimista respecto de inversiones.
Si bien algunos medios hablan genéricamente de “una visión favorable en Wall Street”, las únicas fuentes relevantes son Moody’s y JP Morgan Chase. Este banco registró dos mínimos históricos, el martes, en materia de riesgo argentino soberano: 197 puntos al promediar la sesión bursátil neoyorquina y 203 al cerrar.
Sin duda, la evaluación conceptual de la agencia calificadora amplía perspectivas para la deuda pública emitida en pesos y dólares. A punto tal que, si se arriba a acuerdo con el club de París, puede ser factible emitir bonos en euros. A criterio de Moody’s, pues, una mejora en cuentas fiscales, sólido crecimiento (ahora está en boga decir “robusto”) y fuerte acumulación de reservas internacionales brindan un panorama alentador.
“Estos progresos contribuyen al perfil crediticio general del estado y reducen vulnerabilidades externas”, añade Moody’s. La agencia admite que los números “siguen superando expectativas, si bien las proyecciones apuntan a cierta moderación este año”. Yendo algo más lejos y sin considerar el “pesimismo estructural” de varios analistas y consultores nativos, la agencia insiste: “una reversión abrupta de indicadores –superávit fiscal y comercial, expansión del PBI- o del contexto internacional positivo parecen poco probables”.
A juicio de observadores ajenos al microcentro, la renuencia de Moody’s a mejorar el puntaje (sólo lo pasó de B3 neutro a positivo) tiene que ver con el año electoral. Teniendo en cuenta los ingredientes populistas del gobierno que encabeza Néstor Kirchner y la virtual ausencia de una oposición orgánica unida, habrá tentaciones de no contener el brote inflacionario iniciado en diciembre. Además, un sondeo reservado hecho para un grupo multinacional de servicios, revela que Capital federal es muy desfavorable a Kirchner por dos razones: poner a dedo un desconocido como candidato a intendente y seguir tolerando piqueteros urbanos y bloqueos de puentes internacionales.
Si bien algunos medios hablan genéricamente de “una visión favorable en Wall Street”, las únicas fuentes relevantes son Moody’s y JP Morgan Chase. Este banco registró dos mínimos históricos, el martes, en materia de riesgo argentino soberano: 197 puntos al promediar la sesión bursátil neoyorquina y 203 al cerrar.
Sin duda, la evaluación conceptual de la agencia calificadora amplía perspectivas para la deuda pública emitida en pesos y dólares. A punto tal que, si se arriba a acuerdo con el club de París, puede ser factible emitir bonos en euros. A criterio de Moody’s, pues, una mejora en cuentas fiscales, sólido crecimiento (ahora está en boga decir “robusto”) y fuerte acumulación de reservas internacionales brindan un panorama alentador.
“Estos progresos contribuyen al perfil crediticio general del estado y reducen vulnerabilidades externas”, añade Moody’s. La agencia admite que los números “siguen superando expectativas, si bien las proyecciones apuntan a cierta moderación este año”. Yendo algo más lejos y sin considerar el “pesimismo estructural” de varios analistas y consultores nativos, la agencia insiste: “una reversión abrupta de indicadores –superávit fiscal y comercial, expansión del PBI- o del contexto internacional positivo parecen poco probables”.
A juicio de observadores ajenos al microcentro, la renuencia de Moody’s a mejorar el puntaje (sólo lo pasó de B3 neutro a positivo) tiene que ver con el año electoral. Teniendo en cuenta los ingredientes populistas del gobierno que encabeza Néstor Kirchner y la virtual ausencia de una oposición orgánica unida, habrá tentaciones de no contener el brote inflacionario iniciado en diciembre. Además, un sondeo reservado hecho para un grupo multinacional de servicios, revela que Capital federal es muy desfavorable a Kirchner por dos razones: poner a dedo un desconocido como candidato a intendente y seguir tolerando piqueteros urbanos y bloqueos de puentes internacionales.
