Putin amenaza desviar hidrocarburos de occidente a oriente

El presidente ruso declaró, días atrás, que debieran reprogramarse exportaciones de combustibles del oeste europeo al este asiático. Vladyímir Putin aludía a “una competencia inescrupulosa que impide expandirse afuera a nuestras compañías”.

14 mayo, 2006

Sus fuertes advertencias sobre “otras opciones comerciales” recalientan el debate en la Uniòn Europea sobre los planes de Gazprom, el gigantesco monopolio estatal de gas, hoy empeñado en ingresar al mercado minorista internacional. Putin promueve un poliducto de Siberia occidental a China, Surcorea y Japón, vía la costa pacífica y disertaba en Tomsk, antes de viajar a una reunión con Angela Merkel, canciller alemana.

A principios de mayo, entretanto, Transñeft iniciaba el tendido de otro poliducto, desde Siberia oriental a Vladivóstok, capaz de llevar 1.500.000 barriles diarios por 2.200 kilómetros, Esta línea podré, en efecto, desviar exportaciones a mercados de Asia oriental y sudoriental. Por ende, Putin estima disponer de cartas fuertes para negociar.

Después de que Gazprom cortara temporalmente exportaciones de gas natural y metano a Ucrania (un apriete político, en enero), la Comisión Europea cuestionó la fiabilidad de Rusia como proveedora de hidrocaburos. Pero la compañía es un operador nada desdeñable: a fines de abril, su valor bursátil equivalía a US$ 267.000 millones, más que British Petroleum (la mayor empresa de la UE). En este momento, los cuatro paquetes más grandes del mundo son Exxon Mobil, Gazprom, General Electric y Microsoft.

“Pese a la alta demanda de combustibles, se apela a todo tipo de pretextos para limitar nuestras actividades en el exterior”, sostuvo Putin ante Merkel, acompañado por Gerhard Schröder, antecesor de la dama, hoy importante cabildero y ejecutivo de Gazprom. “Recuerde que la región Asia-Pacífico de expande a ritmo muy veloz y recisa nuestras materia primas”, reclacó el ruso. Lógicamente, Merkes es más dura que Schröder pero, no obstante, firmas germanas tan relevantes como E.On o BASF estaban en Tomsk subscribiendo acuerdos con Gazprom.

Fuera de Alemania, en cambio, los negocios rusos no marchan tan bien. Autoridades británicas siguen explorando maneras de bloquear la potencial compra de Centrica –el mayor distribuidor de gas en el reino- por parte de Gazprom. Sin embardo, Alyexandr Medvyédyex (su vicedirector) ha aclarado que no la empresa no se halla aún en tratativas con Centrica.

Pese a esas señales, en general los analistas occidentales (por lo comín responden a grandes petroleras) no ven plausible que Rusia corte o reduzca intencionalmente flujos de hidrocarburos a la UE, debido al alto costo de mantener capacidad exportadora ociosa. El problema real es otro yse cifra en si Rusia podrá abastecer simultáneamente clientes a este y oeste.

Mientras se desarrollan esos debates, se reveló en Moscú quienes son propietarios parciales de RosUkrYenergo (RUYe), la intermediaria de gas entre Rusia y Ucrania. Un diario los identificó como Dmitri Firtash e Iván Fursin, dos testaferros ucranianos asociados en partes iguales con Gazprom. El turrbio e inncesario papel de RUYe y la composiciòn del paquete han generado acusaciones de corrupcìón contra el actual gobierno de Kíyev y facilitaron el triunfo de la oposición prorrusa (de paso, anticlerical) en recientes comicios parlamentarios.

Sus fuertes advertencias sobre “otras opciones comerciales” recalientan el debate en la Uniòn Europea sobre los planes de Gazprom, el gigantesco monopolio estatal de gas, hoy empeñado en ingresar al mercado minorista internacional. Putin promueve un poliducto de Siberia occidental a China, Surcorea y Japón, vía la costa pacífica y disertaba en Tomsk, antes de viajar a una reunión con Angela Merkel, canciller alemana.

A principios de mayo, entretanto, Transñeft iniciaba el tendido de otro poliducto, desde Siberia oriental a Vladivóstok, capaz de llevar 1.500.000 barriles diarios por 2.200 kilómetros, Esta línea podré, en efecto, desviar exportaciones a mercados de Asia oriental y sudoriental. Por ende, Putin estima disponer de cartas fuertes para negociar.

Después de que Gazprom cortara temporalmente exportaciones de gas natural y metano a Ucrania (un apriete político, en enero), la Comisión Europea cuestionó la fiabilidad de Rusia como proveedora de hidrocaburos. Pero la compañía es un operador nada desdeñable: a fines de abril, su valor bursátil equivalía a US$ 267.000 millones, más que British Petroleum (la mayor empresa de la UE). En este momento, los cuatro paquetes más grandes del mundo son Exxon Mobil, Gazprom, General Electric y Microsoft.

“Pese a la alta demanda de combustibles, se apela a todo tipo de pretextos para limitar nuestras actividades en el exterior”, sostuvo Putin ante Merkel, acompañado por Gerhard Schröder, antecesor de la dama, hoy importante cabildero y ejecutivo de Gazprom. “Recuerde que la región Asia-Pacífico de expande a ritmo muy veloz y recisa nuestras materia primas”, reclacó el ruso. Lógicamente, Merkes es más dura que Schröder pero, no obstante, firmas germanas tan relevantes como E.On o BASF estaban en Tomsk subscribiendo acuerdos con Gazprom.

Fuera de Alemania, en cambio, los negocios rusos no marchan tan bien. Autoridades británicas siguen explorando maneras de bloquear la potencial compra de Centrica –el mayor distribuidor de gas en el reino- por parte de Gazprom. Sin embardo, Alyexandr Medvyédyex (su vicedirector) ha aclarado que no la empresa no se halla aún en tratativas con Centrica.

Pese a esas señales, en general los analistas occidentales (por lo comín responden a grandes petroleras) no ven plausible que Rusia corte o reduzca intencionalmente flujos de hidrocarburos a la UE, debido al alto costo de mantener capacidad exportadora ociosa. El problema real es otro yse cifra en si Rusia podrá abastecer simultáneamente clientes a este y oeste.

Mientras se desarrollan esos debates, se reveló en Moscú quienes son propietarios parciales de RosUkrYenergo (RUYe), la intermediaria de gas entre Rusia y Ucrania. Un diario los identificó como Dmitri Firtash e Iván Fursin, dos testaferros ucranianos asociados en partes iguales con Gazprom. El turrbio e inncesario papel de RUYe y la composiciòn del paquete han generado acusaciones de corrupcìón contra el actual gobierno de Kíyev y facilitaron el triunfo de la oposición prorrusa (de paso, anticlerical) en recientes comicios parlamentarios.

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