Piden que Grasso devuelva US$120 millones de su indemnización

El fiscal general del estado de Nueva York, Eliot Spitzer, estudia una demanda contra el ex presidente de la bolsa de Nueva York para hacerlo devolver parte de las millonarias compensaciones que recibió al retirarse del cargo.

2 marzo, 2004

Según informaron diversos medios norteamericanos, que citan a fuentes cercanas a la fiscalía, la demanda incluiría también a miembros del directorio del New York Stock Exchange (NYSE) que aprobaron los millonarios pagos a Richard Grasso.

Las fuentes aseguraron que las conversaciones siguen y que aún es posible que se llegue a un acuerdo extrajudicial, aunque se cree que es muy probable que se tenga que ir a juicio.

Grasso recibió US$139,5 millones de dólares como compensación por sus ocho años al mando de la bolsa más grande del mundo, al tiempo que declinó recibir otros US$50 millones, a los que tenía derecho según su contrato.
Las fuentes de la fiscalía explicaron que Spitzer busca que Grasso devuelva cerca de US$120 millones, algo que la semana pasada su abogado descartó de plano.

En la carta escrita por el abogado de Grasso, Brendan Sullivan, se señala que el NYSE “está llevando a cabo una campaña a través de la prensa e intermediarios” para presionarlo con el fin de que devuelva parte de sus ingresos.
El abogado señaló que Grasso no hizo nada malo al aceptar los pagos y que incluso podría solicitar que se le paguen cerca de US$50 millones más a los que tendría derecho.

Cuando se desató el escándalo por los pagos, a fines de agosto de 2003, Grasso renunció a recibir este dinero para tratar de calmar los ánimos de las autoridades y el público, lo que, sin embargo, no evitó su salida de la bolsa en septiembre.

Según informaron diversos medios norteamericanos, que citan a fuentes cercanas a la fiscalía, la demanda incluiría también a miembros del directorio del New York Stock Exchange (NYSE) que aprobaron los millonarios pagos a Richard Grasso.

Las fuentes aseguraron que las conversaciones siguen y que aún es posible que se llegue a un acuerdo extrajudicial, aunque se cree que es muy probable que se tenga que ir a juicio.

Grasso recibió US$139,5 millones de dólares como compensación por sus ocho años al mando de la bolsa más grande del mundo, al tiempo que declinó recibir otros US$50 millones, a los que tenía derecho según su contrato.
Las fuentes de la fiscalía explicaron que Spitzer busca que Grasso devuelva cerca de US$120 millones, algo que la semana pasada su abogado descartó de plano.

En la carta escrita por el abogado de Grasso, Brendan Sullivan, se señala que el NYSE “está llevando a cabo una campaña a través de la prensa e intermediarios” para presionarlo con el fin de que devuelva parte de sus ingresos.
El abogado señaló que Grasso no hizo nada malo al aceptar los pagos y que incluso podría solicitar que se le paguen cerca de US$50 millones más a los que tendría derecho.

Cuando se desató el escándalo por los pagos, a fines de agosto de 2003, Grasso renunció a recibir este dinero para tratar de calmar los ánimos de las autoridades y el público, lo que, sin embargo, no evitó su salida de la bolsa en septiembre.

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