Otro síntoma de enfriamiento económico le da la razón a Bernanke

La síntesis ponderada de indicadores lideres –una estadística privada- muestra un inesperado descenso en julio. Es otra señal de que el crecimiento seguirá aflojando en un horizonte de tres a seis meses.

18 agosto, 2006

En efecto, el índice compilado por el Conference Board (especie de UIA norteamericana) cedió en julio 0,1%, tras haber subido por igual margen en junio. Pero, en los últimos seis meses, ha retrocedido a un ritmo anual de 1,4%, el menor desde febrero de 2001 (esto es sugestivo).

Si bien se trata de expectativas, no de indicadores reales, es la tercera señal en la misma cantidad de días que refuerza la postura de la Reserva Federal. La entidad sostiene que la expansión económica se enfría, por lo cual la semana pasada no tocó la tasa básica y la dejó en 5,25% anual.

Observaciones regionales señalan que, por otra parte, la industria crece en forma desigual a lo largo y ancho de Estados Unidos. La RF de Filadelfia, por ejemplo, afirma que la manufactura en el litoral atlántico medio avanza como nunca en el último año. Pero su colega neoyorquina señala que, en su zona, la industria muestra el menor ritmo desde mediados de 2005.

En escala nacional, la industria avanzó en julio la mitad de rápido que en junio y eso también lo manifiesta la Reserva Federal. Volviendo al índice ponderado del CB, cinco de sus diez componentes contribuyeron al retroceso de expectativas. Para no desentonar, los gurúes de Bloomberg’s volvieron a equivocarse, anticipando 0,1% de alza en la misma estadística.

Ese mismo grupo de sabios supone que, en el actual trimestre (julio-septiembre, último del año fiscal 2006), el producto bruto interno crecerá a un ritmo de 2,8% anual. O sea, la mitad del 5,6% registrado en octubre-diciembre pasados.

En efecto, el índice compilado por el Conference Board (especie de UIA norteamericana) cedió en julio 0,1%, tras haber subido por igual margen en junio. Pero, en los últimos seis meses, ha retrocedido a un ritmo anual de 1,4%, el menor desde febrero de 2001 (esto es sugestivo).

Si bien se trata de expectativas, no de indicadores reales, es la tercera señal en la misma cantidad de días que refuerza la postura de la Reserva Federal. La entidad sostiene que la expansión económica se enfría, por lo cual la semana pasada no tocó la tasa básica y la dejó en 5,25% anual.

Observaciones regionales señalan que, por otra parte, la industria crece en forma desigual a lo largo y ancho de Estados Unidos. La RF de Filadelfia, por ejemplo, afirma que la manufactura en el litoral atlántico medio avanza como nunca en el último año. Pero su colega neoyorquina señala que, en su zona, la industria muestra el menor ritmo desde mediados de 2005.

En escala nacional, la industria avanzó en julio la mitad de rápido que en junio y eso también lo manifiesta la Reserva Federal. Volviendo al índice ponderado del CB, cinco de sus diez componentes contribuyeron al retroceso de expectativas. Para no desentonar, los gurúes de Bloomberg’s volvieron a equivocarse, anticipando 0,1% de alza en la misma estadística.

Ese mismo grupo de sabios supone que, en el actual trimestre (julio-septiembre, último del año fiscal 2006), el producto bruto interno crecerá a un ritmo de 2,8% anual. O sea, la mitad del 5,6% registrado en octubre-diciembre pasados.

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