Negras sombras se ciernen sobre el futuro de Wall St.

En realidad, se trata de dark pools. Son una especie de agujeros negros que aspiran operaciones a velocidad sideral y van recortándole espacios a la otrora hegemónica bolsa neoyorquina. Tal vez sean la mayor amenaza desde su génesis en 1792.

17 noviembre, 2009

<p>Al Dow Jones 30, ya no tan industrial como antes, le cost&oacute; un triunfo volver a superar los 10.000 puntos desde iniciada la crisis sist&eacute;mica hoy en aparente reflujo. En verdad, no logra a&uacute;n rebotar a los 13.000 (mayo de 2008) ni, menos, a los 14.150 puntos (octubre de 2007). En d&oacute;lares constantes, Wall Street viene contray&eacute;ndose desde que se pinch&oacute; en 2000 la burbuja puntocom.<br />
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Pero &iquest;qui&eacute;nes son los nuevos rivales? &iquest;Acaso la apolillada Londres, la creciente San Pablo o la peligrosa Singapur? No. Es una generaci&oacute;n de competidores j&oacute;venes, &aacute;giles, capaces de fragmentar todo en mercados privados, ofreciendo a la gran banca y los fondos especulativos ventajas sobre los inversores institucionales comunes.<br />
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Buena parte de esos agujeros negros es pr&aacute;cticamente invisible, en particular para los reguladores. En verdad para dome&ntilde;arlos har&aacute;n falta instrumentos mucho m&aacute;s complejos &ndash;y desconocidos- que la versi&oacute;n de &ldquo;tasa Tobin&rdquo; propuesta d&iacute;as atr&aacute;s por el primer ministro brit&aacute;nico Gordon Brown. Estos jugadores sigilosos y refinados permiten la compraventa de t&iacute;tulos en grandes bloques y a velocidad casi lum&iacute;nica. Esto ya desvela a la <em>Securities &amp; Exchange Commission </em>(SEC, comisi&oacute;n federal de valores).<br />
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Los nuevos apostadores son muy distintos a los convencionales. Mientras tanto, un intento de neutralizarlos, el eje NYSE Euronext, tiene problemas. Constituida v&iacute;a alianza entre el mercado de valores neoyorquino (NYSE) y la plaza electr&oacute;nica Euronext, sufri&oacute; en 2008 una &ldquo;tormenta de volatilidad&rdquo; que le licu&oacute; 75% de su valor. Esto mientras las bolsas tradicionales lograban discretos repuntes.<br />
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Sea como fuere, hoy s&oacute;lo 35% de transacciones cotidianas en Nueva York se efect&uacute;an realmente ah&iacute;, contra 75% hace cinco a&ntilde;os. El resto circula por dark pools electr&oacute;nicos. Como resultados, en ese quinquenio &ndash;crisis inclusive- casi la mitad de los empleos profesionales se ha esfumado. Como admiten en el NYSE, en general lo mismo ha sucedido en las mayores bolsas del mundo, aunque con menor intensidad que en Manhattan.<br />
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Los operadores relevantes afirman que est&aacute;n defendi&eacute;ndose de los agujeros negros, justamente mediante h&iacute;bridos tipo NYSE Euronext. Pero el recurso parece dif&iacute;cil de poner en &oacute;rbita, como demuestra la experiencia de 2008, Algunos expertos le tienen m&aacute;s fe a la bolsa totalmente electr&oacute;nica de Chicago.</p>
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