Momentos difíciles para el canje de deuda argentina (24-XI)

La dura ofensiva del “lobby” internacional y puntos débiles en la estrategia argentina le crean dificultades al cronograma de canje. Lavagna cree que desdoblar el lanzamiento sería otro error. “Financial Times” ataca y JP Morgan es optimista.

24 noviembre, 2004

Más allá del empecinamiento mostrado, hasta anohe, por el entorno personal de Néstor Kirchner, los operadores creen que el ministro de Economía se saldrá con la suya. Es decir, postergará tanto el inicio del canje como las ulteriores negociaciones con el Fondo Monetario. En esta entidad se observan los acontecimientos con calma: hasta marzo próximo, Argentina debiera pagar US$ 1.715 millones y tiene reservas para hacerlo si se demorar las futuras tratativas.

A la inversa, al “comité de bonistas” manejado por Nicola Stock y Hans Humes –que están proclamando un “triunfo total” sobre Buenos Aires- no le conviene que el FMI cobre. En ese caso, habrá menos liquidez para mejorarles la oferta a ellos.

En cuanto a JP Morgan Chase –uno de los dos eventuales agentes colocadores-, su presidente Andrew Crockett llegó al país y se manifestó optimista. “Estamos en un punto de inflexión favorable”. Pero también recomendó no desdoblar el lanzamiento. Básicamente, el análisis del CEO se funda en la economía y “un producto bruto interno que ha crecido 8% por dos años seguidos”.

La alegría de Stock y Humes se origina en un fallo complementario de Thomas Griesa, juez federal para el circuito Manhattan sur. El magistrado ha dispuesto que Argentina incluya en la documentación final del canje la opinión del “comité”. No obtante, los abogados de la entidad han pedido otra audiencia: percibiendo vulnerabilidades y problemas, van por más.

Esta estrategia persigue “acabar con el canje, lisa y llanamente”, siguiendo el camino trazado por un violento editorial del “Financial Times”, medio que había anunciado –semanas atrás- la renuncia de Roberto Lavagna y su precandidatura presidencial. Fue en un artículo firmado por un hombre de Charles Dallara, el mismo que encabeza ahora una “ofensiva final” a cargo de Hans Eichel (ministro alemán de Hacienda), Jacques Larosière –ex director del FMI- y William Rhodes (Citibank). Medios franceses se preguntan por qué Argentina no se ha quejado diplomáticante ante Berlín por la actitud de Eichel.

Por supuesto, parte de la actual espuma deriva de otro alemán, el financista Horst W.Urban, y el estudio que representa a Stock-Humes, White & Case. El “comité” adhirió a una demanda colectiva motorizada por Urban. Entretanto, un periódico local vinculado al FT anuncia ya la suspensión oficial del canje.

Más allá del empecinamiento mostrado, hasta anohe, por el entorno personal de Néstor Kirchner, los operadores creen que el ministro de Economía se saldrá con la suya. Es decir, postergará tanto el inicio del canje como las ulteriores negociaciones con el Fondo Monetario. En esta entidad se observan los acontecimientos con calma: hasta marzo próximo, Argentina debiera pagar US$ 1.715 millones y tiene reservas para hacerlo si se demorar las futuras tratativas.

A la inversa, al “comité de bonistas” manejado por Nicola Stock y Hans Humes –que están proclamando un “triunfo total” sobre Buenos Aires- no le conviene que el FMI cobre. En ese caso, habrá menos liquidez para mejorarles la oferta a ellos.

En cuanto a JP Morgan Chase –uno de los dos eventuales agentes colocadores-, su presidente Andrew Crockett llegó al país y se manifestó optimista. “Estamos en un punto de inflexión favorable”. Pero también recomendó no desdoblar el lanzamiento. Básicamente, el análisis del CEO se funda en la economía y “un producto bruto interno que ha crecido 8% por dos años seguidos”.

La alegría de Stock y Humes se origina en un fallo complementario de Thomas Griesa, juez federal para el circuito Manhattan sur. El magistrado ha dispuesto que Argentina incluya en la documentación final del canje la opinión del “comité”. No obtante, los abogados de la entidad han pedido otra audiencia: percibiendo vulnerabilidades y problemas, van por más.

Esta estrategia persigue “acabar con el canje, lisa y llanamente”, siguiendo el camino trazado por un violento editorial del “Financial Times”, medio que había anunciado –semanas atrás- la renuncia de Roberto Lavagna y su precandidatura presidencial. Fue en un artículo firmado por un hombre de Charles Dallara, el mismo que encabeza ahora una “ofensiva final” a cargo de Hans Eichel (ministro alemán de Hacienda), Jacques Larosière –ex director del FMI- y William Rhodes (Citibank). Medios franceses se preguntan por qué Argentina no se ha quejado diplomáticante ante Berlín por la actitud de Eichel.

Por supuesto, parte de la actual espuma deriva de otro alemán, el financista Horst W.Urban, y el estudio que representa a Stock-Humes, White & Case. El “comité” adhirió a una demanda colectiva motorizada por Urban. Entretanto, un periódico local vinculado al FT anuncia ya la suspensión oficial del canje.

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