JP Morgan: cambio de estrategia

En lo que parece un cambio de estrategia, JP Morgan Chase & Co abandona un negocio otrora muy redituable: líneas de crédito contingentes o de apoyo (standby) a empresas que tienen problemas para endeudarse a corto plazo.

2 mayo, 2002

El segundo banco estadounidense, según sus propios informes, es fuente de casi la mitad de lo otorgado por esa vía, es decir los fondos que respaldan un mercado de papeles comerciales –pagarés empresarios- justipreciado en US$ 1,36 billón.

Ahora, la firma busca persuadir a sus clientes clave para que no renueven ese tipo de créditos. En su lugar, les recomienda tomar fondos emitiendo deuda en bonos. Si bien sus propios consultores atribuyen esta nueva política al “aumento de riesgos en la franja”, su móvil real es dejar un mercado deteriorado por crisis como las de Enron, Global Crossing, WorldCom y otras.

Además, pesa situaciones como las de Xerox y Southern California Edison. Ambas clientes grandes y otros tomaron miles de millones en préstamos de respaldo cuando ya no podían colocar deuda a corto plazo. “Otorgar estas línea solía ser casi como emitir garantían o avales que luego no se ejecutaban. Pero las cosas son hoy diferentes”, explica James McGlynn, que cogerencia Summit Investment Partners, uns cartera de US$ 5.300 millones.

El segundo banco estadounidense, según sus propios informes, es fuente de casi la mitad de lo otorgado por esa vía, es decir los fondos que respaldan un mercado de papeles comerciales –pagarés empresarios- justipreciado en US$ 1,36 billón.

Ahora, la firma busca persuadir a sus clientes clave para que no renueven ese tipo de créditos. En su lugar, les recomienda tomar fondos emitiendo deuda en bonos. Si bien sus propios consultores atribuyen esta nueva política al “aumento de riesgos en la franja”, su móvil real es dejar un mercado deteriorado por crisis como las de Enron, Global Crossing, WorldCom y otras.

Además, pesa situaciones como las de Xerox y Southern California Edison. Ambas clientes grandes y otros tomaron miles de millones en préstamos de respaldo cuando ya no podían colocar deuda a corto plazo. “Otorgar estas línea solía ser casi como emitir garantían o avales que luego no se ejecutaban. Pero las cosas son hoy diferentes”, explica James McGlynn, que cogerencia Summit Investment Partners, uns cartera de US$ 5.300 millones.

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