Indagan a Fiorani, pero el banco central apoya sus maniobras

Por un lado, de pronto se suman cargos contra Giampiero Fiorani (Banca Popolare Italiana, ex Lodi). Por el otro, su amigo Antonio Fazio –Banca d’Italia- le autoriza una doble oferta pública por AntonVeneta.

13 julio, 2005

Se aceleran los tiempos judiciales en la fiscalía romana. Fiorani, director ejecutivo de BPI, ya indagado por obstruir a la autoridad reguladora, debe ahora responder por falsificación de balances, maniobras con acciones y abusos en el desempeño de sus funciones. El primer cargo es de corte penal.

El asunto más serio se refiere a fraude en estados contables de todo 2004 y el primer trimenstre de 2005. Así sostienen los fiscales Achille Toro y Perla Lori. Por supuesto, se trata de libros a nombre de Banca Popolare di Lodi, la razón social anterior. Las tres acusacionees se vinculan directamente a maniobras para quedarse con Banca Antoniana Popolare Veneta, contra la OPA de ABN Amor, presentada meses antes que la de Fiorani y sus amigos.

LA clave del complicado lío reside en el tribunal arbitral de Lacio. Este miércoles, la instancia resolverá si anular, o no, la autorización concedida a la BPL (ahora BPI) para aumentar su parte en el capital de AntonVeneta. Eso explica la rápida decisión de Fazio (banco central), permitiendo a BPI formular ya una oferta de compra y una de canje accionario, para frenar a los holandeses.

Medios, expertos legales y analistas financieros temen que Fazio se haya pasado de rosca. Si, mientras es objeto de graves cargos en Roma, Fiorani se lanza sobre AntonVeneta, habrá un escándalo internacional. El Banco Central Europeo, el primer ministro holandés, Jan Balkenende, y dos miembros de la Comisión Europea (Nellie Kroes, competencia; Charles McCreevy, finanzas) están dispuestos a cuestionar pública o jurídicamente a Fiorina y Fazio. Esto les planteará otro dolor de cabeza a Silvio Berlusconi y su coalición de derechas.

Se aceleran los tiempos judiciales en la fiscalía romana. Fiorani, director ejecutivo de BPI, ya indagado por obstruir a la autoridad reguladora, debe ahora responder por falsificación de balances, maniobras con acciones y abusos en el desempeño de sus funciones. El primer cargo es de corte penal.

El asunto más serio se refiere a fraude en estados contables de todo 2004 y el primer trimenstre de 2005. Así sostienen los fiscales Achille Toro y Perla Lori. Por supuesto, se trata de libros a nombre de Banca Popolare di Lodi, la razón social anterior. Las tres acusacionees se vinculan directamente a maniobras para quedarse con Banca Antoniana Popolare Veneta, contra la OPA de ABN Amor, presentada meses antes que la de Fiorani y sus amigos.

LA clave del complicado lío reside en el tribunal arbitral de Lacio. Este miércoles, la instancia resolverá si anular, o no, la autorización concedida a la BPL (ahora BPI) para aumentar su parte en el capital de AntonVeneta. Eso explica la rápida decisión de Fazio (banco central), permitiendo a BPI formular ya una oferta de compra y una de canje accionario, para frenar a los holandeses.

Medios, expertos legales y analistas financieros temen que Fazio se haya pasado de rosca. Si, mientras es objeto de graves cargos en Roma, Fiorani se lanza sobre AntonVeneta, habrá un escándalo internacional. El Banco Central Europeo, el primer ministro holandés, Jan Balkenende, y dos miembros de la Comisión Europea (Nellie Kroes, competencia; Charles McCreevy, finanzas) están dispuestos a cuestionar pública o jurídicamente a Fiorina y Fazio. Esto les planteará otro dolor de cabeza a Silvio Berlusconi y su coalición de derechas.

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