Grasso no quiere devolver parte de su indemnización

Tras un silencio de casi seis meses y en el ostracismo, Richard Grasso se niega a restituir buena parte de la desmedida indemnización que le regaló en septiembre la Bolsa de Comercio de Nueva York. Es más: reclama US$ 50 millones extras.

5 marzo, 2004

El ex presidente ejecutivo del New York Stock Exchange (NYSE), a través
de su abogado, se resiste a devolver casi 46,7% de los US$ 188 millones que le
otorgara el antiguo directorio, copado por amigos suyos. Eran US$ 100 millones
por cuatro años de servicios más 40 millones por rescisión
anticipada del contrato y, más tarde, 48 millones nunca explicados claramente.

De hecho, este adicional se lo dio el comité de remuneraciones cuando
Grasso era insostenible en el cargo. La demanda radicada por John Reed -interventor
de la entidad hasta no hace mucho- hace a los US$ 88 millones que suman la indemnización
y el mundo adicional. En forma subsidiaria, prosigue la investigación
en torno de cómo se le entregaron al ex CEO los 40 millones extras en
cuestión de horas.

Gente de Wall Street sospecha que buena parte del dinero está en una
plaza extraterritorial, quizás el “offshore” de Delaware. Otros
hablan de que, como particular, Grasso ha empleado algunos de esos fondos para
aportar a la campaña reelectoral de George W. Bush.

El ex presidente ejecutivo del New York Stock Exchange (NYSE), a través
de su abogado, se resiste a devolver casi 46,7% de los US$ 188 millones que le
otorgara el antiguo directorio, copado por amigos suyos. Eran US$ 100 millones
por cuatro años de servicios más 40 millones por rescisión
anticipada del contrato y, más tarde, 48 millones nunca explicados claramente.

De hecho, este adicional se lo dio el comité de remuneraciones cuando
Grasso era insostenible en el cargo. La demanda radicada por John Reed -interventor
de la entidad hasta no hace mucho- hace a los US$ 88 millones que suman la indemnización
y el mundo adicional. En forma subsidiaria, prosigue la investigación
en torno de cómo se le entregaron al ex CEO los 40 millones extras en
cuestión de horas.

Gente de Wall Street sospecha que buena parte del dinero está en una
plaza extraterritorial, quizás el “offshore” de Delaware. Otros
hablan de que, como particular, Grasso ha empleado algunos de esos fondos para
aportar a la campaña reelectoral de George W. Bush.

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