Gran Bretaña: el mayor déficit comercial en tres siglos

Fuentes oficiales informan que el déficit en comercio exterior británico ascendió a € 51.000 millones en 2002. Se trata del mayor rojo en 305 años. Más exactamente, desde que hay estadísticas regulares, 1697, aunque el dato no es claro.

11 febrero, 2003

Este resultado se debe a que las exportaciones británicas cayeron el año
último a unos € 280.000 millones, 6.500 millones (22,6%) menos que
en 2001. De acuerdo con la oficina estadigráfica real, las ventas se vieron
afectadas por estancamiento o recesión en la mayoría de mercados
compradores. Empezando con el resto de la Unión Europea y Estados Unidos.

Por otra parte, señala el comunicado, “las tendencias del intercambio
mundial, en ambos sentidos, vienen siendo desfavorables desde mediados de 2002”.
A criterio de Simon Rubinsohn, econometrista londinense, “el empeoramiento
notado simplemente refleja el retroceso de demanda en plazas claves”.

La divulgación de estos datos no cayó bien en la plaza bursátil.
Tampoco está claro, para muchos, qué significar “récord
desde 1697”. Para empezar, no se explica si existe una serie estadística
a valores constantes, en especial porque, aquel año, recién se
había creado el Banco de Inglaterra y circulaban dos monedas: soberano
de oro y libra de plata (“sterling” significa “de plata fina”).

Otro problema es qué se entendía por “comercio exterior”
a fines del siglo XVII, cuando la corona todavía otorgaba patentes de
corso a emprendedores que, luego, asaltaban flotas españolas, francesas
-no ya holandesas, porque el rey Guillermo III era estatúder de ese país-
y le entregaban al tesoro inglés parte del botín en metálico
y mercaderías. ¿Sería esto considerado ingreso en balanza
comercial o de pagos, puesto que el oro iba a reservas y las mercancías
a la venta?

Este resultado se debe a que las exportaciones británicas cayeron el año
último a unos € 280.000 millones, 6.500 millones (22,6%) menos que
en 2001. De acuerdo con la oficina estadigráfica real, las ventas se vieron
afectadas por estancamiento o recesión en la mayoría de mercados
compradores. Empezando con el resto de la Unión Europea y Estados Unidos.

Por otra parte, señala el comunicado, “las tendencias del intercambio
mundial, en ambos sentidos, vienen siendo desfavorables desde mediados de 2002”.
A criterio de Simon Rubinsohn, econometrista londinense, “el empeoramiento
notado simplemente refleja el retroceso de demanda en plazas claves”.

La divulgación de estos datos no cayó bien en la plaza bursátil.
Tampoco está claro, para muchos, qué significar “récord
desde 1697”. Para empezar, no se explica si existe una serie estadística
a valores constantes, en especial porque, aquel año, recién se
había creado el Banco de Inglaterra y circulaban dos monedas: soberano
de oro y libra de plata (“sterling” significa “de plata fina”).

Otro problema es qué se entendía por “comercio exterior”
a fines del siglo XVII, cuando la corona todavía otorgaba patentes de
corso a emprendedores que, luego, asaltaban flotas españolas, francesas
-no ya holandesas, porque el rey Guillermo III era estatúder de ese país-
y le entregaban al tesoro inglés parte del botín en metálico
y mercaderías. ¿Sería esto considerado ingreso en balanza
comercial o de pagos, puesto que el oro iba a reservas y las mercancías
a la venta?

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades