Estados Unidos: Pisos desde 1980 en confianza y desde 1991 en construcción de viviendas

Quienes creen que lo peor ha pasado no cierran felices la semana. La confianza del público toca un mínimo en 28 años (James Carter era presidente) y la erección de viviendas toca uno de 17 años (George W.H.Bush). Wall Street lo siente.

16 mayo, 2008

El índice preliminar Reuters/universidad de Michigan sobre expectativas del público en tres a seis meses cedió a 59,5 puntos en mayo, contra 85,6 un año antes. Es un derrumbe de 30,5%. Mientras, según el departamento federal de comercio, la construcción de viviendas para familia tipo cedió a apenas 692.000 unidades anuales. El total residencial, empero, subió por un aumento en propiedad horizontal.

De acuerdo con el informe de Michigan, usuarios y consumidores no creen que lo peor haya pasado y temen nuevas turbulencias en corto plazo. En otras palabras, su postura contradice la de banqueros, altos funcionarios, operadores, analistas y gurúes en Estados Unidos.

La depresión inmobiliaria, que alcanza los precios de unidades nuevas y usadas, se vincula con las expectativas del públicos porque ese tipo de señales reduce el gasto de las familias. A su vez, este factor representa más de 67% del producto bruto interno norteamericano.

“Estamos cerca del punto cero. La conducta de los consumidores también refleja alza de combustibles y alimentos”, apunta Jan Hatzius, analista principal del grupo Goldman Sachs.

En ese contexto, Wall Street trataba de moderar bajas a entre 0,2 y 0,5%. Mientras tanto, el petróleo jugaba en contra: rebotó a US$ 125 el barril (Brent, Londres) y 126,60 (tejanos ligero, Nueva York). Con el euro remontando a US$ 1,56, el oro logró volver a US$ 900 la onza “troy” de 31,104 gramos.

El índice preliminar Reuters/universidad de Michigan sobre expectativas del público en tres a seis meses cedió a 59,5 puntos en mayo, contra 85,6 un año antes. Es un derrumbe de 30,5%. Mientras, según el departamento federal de comercio, la construcción de viviendas para familia tipo cedió a apenas 692.000 unidades anuales. El total residencial, empero, subió por un aumento en propiedad horizontal.

De acuerdo con el informe de Michigan, usuarios y consumidores no creen que lo peor haya pasado y temen nuevas turbulencias en corto plazo. En otras palabras, su postura contradice la de banqueros, altos funcionarios, operadores, analistas y gurúes en Estados Unidos.

La depresión inmobiliaria, que alcanza los precios de unidades nuevas y usadas, se vincula con las expectativas del públicos porque ese tipo de señales reduce el gasto de las familias. A su vez, este factor representa más de 67% del producto bruto interno norteamericano.

“Estamos cerca del punto cero. La conducta de los consumidores también refleja alza de combustibles y alimentos”, apunta Jan Hatzius, analista principal del grupo Goldman Sachs.

En ese contexto, Wall Street trataba de moderar bajas a entre 0,2 y 0,5%. Mientras tanto, el petróleo jugaba en contra: rebotó a US$ 125 el barril (Brent, Londres) y 126,60 (tejanos ligero, Nueva York). Con el euro remontando a US$ 1,56, el oro logró volver a US$ 900 la onza “troy” de 31,104 gramos.

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