Duro embate de banqueros contra Lula

Sorprendió en Nueva York y Londres la dura reacción de la Asociassão Brasileira de Bancos ante la victoria de Luiz Inácio de Silva. “Sólo un triunfo de José Serra en segunda vuelta podrá impedir el cese de pagos”, señaló su presidente.

8 octubre, 2002

José Prada Levy, presidente de la ABB, salió anoche a anunciar poco menos que la quiebra mientras el Wall Street Journal –primero por Intenet, luego en papel- interpretaba el triunfo de Lula como “la señal más clara de hartazgo público ante políticas pro mercados sin control respaldadas desde Washington”. Precisamente la pasividad del estado ante flujos especulativos de fondos explica que, entre 1998 y mediados de 2002, inversores argentinos hayan elevado de US$ 70.000 a 106.000 millones sus tenencias fuera del país (estimación de Leonardo Blejer, analista económico de Banco Credicoop).

En cuanto a la ABB, Levy es virtual vocero de los bancos internacionales que presionan contra el real y los bonos brasileños: ABN-Amro, Citigroup, ING.Barings y Bankboston. Medios paulistas señalan que otros miembros (como Barclays, Sudameris o Deutsche Bank) no aprueban la postura de Levy.

El problema para un vasto sector de la banca privada global es que, por un lado, Argentina sobrevive desde hace casi diez meses en cese de pagos y sin “víveres” del FMI. Ahora, en Brasil se impuso un candidato mal visto por los mercados bursátiles y financieros.

José Prada Levy, presidente de la ABB, salió anoche a anunciar poco menos que la quiebra mientras el Wall Street Journal –primero por Intenet, luego en papel- interpretaba el triunfo de Lula como “la señal más clara de hartazgo público ante políticas pro mercados sin control respaldadas desde Washington”. Precisamente la pasividad del estado ante flujos especulativos de fondos explica que, entre 1998 y mediados de 2002, inversores argentinos hayan elevado de US$ 70.000 a 106.000 millones sus tenencias fuera del país (estimación de Leonardo Blejer, analista económico de Banco Credicoop).

En cuanto a la ABB, Levy es virtual vocero de los bancos internacionales que presionan contra el real y los bonos brasileños: ABN-Amro, Citigroup, ING.Barings y Bankboston. Medios paulistas señalan que otros miembros (como Barclays, Sudameris o Deutsche Bank) no aprueban la postura de Levy.

El problema para un vasto sector de la banca privada global es que, por un lado, Argentina sobrevive desde hace casi diez meses en cese de pagos y sin “víveres” del FMI. Ahora, en Brasil se impuso un candidato mal visto por los mercados bursátiles y financieros.

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