Dólar débil y sus efectos en precios de productos primarios

Noviembre arranca con máximos nominales en una gama de materias primas. En general, el fenómenos reflejan un dólar en extremo vulnerable y pone en duda su sobrevivencia como divisa referencial.

2 noviembre, 2007

El índice Union des Banques Suisses-Bloomberg’s (UBS-B) de veintiséis productos primarios superó los 1.272 puntos, su pico absoluto. En buena medida, porque el euro había pasado los US$ 1,445, o sea 73,7% desde que existe esa moneda y 41% desde que circula en la Eurozona.

Sólo en octubre, las materias primas en conjunto subieron 3,9%, mientras la cartera global Standard&Poor’s 500 lo hacía en apenas 1,1%. Pero, en septiembre, el índice UBS-B ya había saltado 7,8% y, a este paso, 2007 será su sexto año seguido de incremento.

Por supuesto, el fenómeno está inflando las utilidades de firmas como Newmont Mining, segunda productora mundial de oro, metal que se acerca a los US$ 800 por onza (su récord nominal es 850, el 20-I-81). Mientras, las inversiones en fondos e instrumentos especulativos, cifrados en futuros y opciones sobre productos primarios podrían elevarse 20% en 2008. Esto significará menos colocaciones en acciones y bonos.

A juicio de varios expertos, se trata de un “superciclo alcista”, imposible de detener o revertir en corto plazo. Dado que su clave es un dólar débil, sería preciso que la Reserva Federal abandonara las rebajas de tasas básicas y pasase a elevarlas nuevamente. Pero ¿hasta dónde? Casi nadie se anima a decirlo, salvo un par de analistas que piensan en un tipo superior a 6,5% anual en algún momento de 2008. Eso parece tan difícil de imaginar como la reacción de Wall Street en pleno año electoral.

En ese contexto, los crudos tejanos terminaron octubre al récord nominal de US$ 94,75 por barril. Eso implica 55% de aumento en el año. Ademàn, ese nivel se aproxima al máximo de 1981 en dólares deflacionados, 110.

El índice Union des Banques Suisses-Bloomberg’s (UBS-B) de veintiséis productos primarios superó los 1.272 puntos, su pico absoluto. En buena medida, porque el euro había pasado los US$ 1,445, o sea 73,7% desde que existe esa moneda y 41% desde que circula en la Eurozona.

Sólo en octubre, las materias primas en conjunto subieron 3,9%, mientras la cartera global Standard&Poor’s 500 lo hacía en apenas 1,1%. Pero, en septiembre, el índice UBS-B ya había saltado 7,8% y, a este paso, 2007 será su sexto año seguido de incremento.

Por supuesto, el fenómeno está inflando las utilidades de firmas como Newmont Mining, segunda productora mundial de oro, metal que se acerca a los US$ 800 por onza (su récord nominal es 850, el 20-I-81). Mientras, las inversiones en fondos e instrumentos especulativos, cifrados en futuros y opciones sobre productos primarios podrían elevarse 20% en 2008. Esto significará menos colocaciones en acciones y bonos.

A juicio de varios expertos, se trata de un “superciclo alcista”, imposible de detener o revertir en corto plazo. Dado que su clave es un dólar débil, sería preciso que la Reserva Federal abandonara las rebajas de tasas básicas y pasase a elevarlas nuevamente. Pero ¿hasta dónde? Casi nadie se anima a decirlo, salvo un par de analistas que piensan en un tipo superior a 6,5% anual en algún momento de 2008. Eso parece tan difícil de imaginar como la reacción de Wall Street en pleno año electoral.

En ese contexto, los crudos tejanos terminaron octubre al récord nominal de US$ 94,75 por barril. Eso implica 55% de aumento en el año. Ademàn, ese nivel se aproxima al máximo de 1981 en dólares deflacionados, 110.

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