Derivativos: un banquero italiano pide que se los vede
Deberíamos impedir que la banca comercial vendiese instrumentos derivativos o sus derivados. Así sostiene Giuseppe Mussari, presidente de la Fondazione Monte dei Paschi di Siena. El banco homónino es uno de los mayores en Italia.
30 agosto, 2003
A su criterio, “es posible vivir sin derivativos. Sé que banqueros y otros intermediarios del dinero se me vendrán encima, pero acá hace falta transparencia y esos instrumentos atentan contra ella”.
Naturalmente, las secciones financieras y bursátiles de la gran prensa tuvieron dos reacciones. Una, ignorar las declaraciones de Mussari. Otra, insistir en que los derivativos –bien empleados- reducen los riesgos en futuros y opciones. No es lo que creen en el Fondo Monetario.
“Una serie de experiencias alrededor del mundo indican lo contrario”, replica el ex banquero. “Desde el colapso de Baring Securities, a manos de un genio de los derivativos, hasta la crisis de Long-Term Capital Management y, en Italia, el caso Cirio”. El derrumbe de LTCM es el que más molesta en el mundillo financiero: sus máximos directivos, Robert Merton y Myron Scholes, compartieron el inexplicable Nobel económico de 1997, por haber perfeccionado las herramientas matemáticas que generan derivativos.
A su criterio, “es posible vivir sin derivativos. Sé que banqueros y otros intermediarios del dinero se me vendrán encima, pero acá hace falta transparencia y esos instrumentos atentan contra ella”.
Naturalmente, las secciones financieras y bursátiles de la gran prensa tuvieron dos reacciones. Una, ignorar las declaraciones de Mussari. Otra, insistir en que los derivativos –bien empleados- reducen los riesgos en futuros y opciones. No es lo que creen en el Fondo Monetario.
“Una serie de experiencias alrededor del mundo indican lo contrario”, replica el ex banquero. “Desde el colapso de Baring Securities, a manos de un genio de los derivativos, hasta la crisis de Long-Term Capital Management y, en Italia, el caso Cirio”. El derrumbe de LTCM es el que más molesta en el mundillo financiero: sus máximos directivos, Robert Merton y Myron Scholes, compartieron el inexplicable Nobel económico de 1997, por haber perfeccionado las herramientas matemáticas que generan derivativos.