Agip coordinará un yacimiento petrolífero en Kasajastán

De trata de uno de los polos petroleros más importantes del mundo, capaz de competir contra el crudo del Golfo Pérsico. Allí, la firma italiana liderará las operaciones de gigantes como ExxonMobil, Royal Duch/Shell y Totalfina Elf.

13 febrero, 2001

(EFE).- Una pequeña compañía italiana consiguió la licencia como operadora líder y coordinadora del consorcio OKIOC para la explotación de uno de los mayores yacimientos de petróleo del mundo, en las costas de Kazajastán, en el mar Caspio.

Este paso permitirá a Kazajastán explotar sin demoras las reservas de Kashagán, en el noroeste del Caspio, e inundar con millones de barriles de crudo diarios los mercados occidentales en las próximas décadas, en lo que constituye una fuerte apuesta contra el crudo del Golfo Pérsico.

Las prospecciones afirmaron que este proyecto permitirá obtener de Kashagán más de dos millones de barriles diarios, mucho más que el crudo que actualmente exportan algunos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

La decisión, anunciada ayer (lunes 12) en Almatí (Kazajastán), estableció que será la empresa italiana Agip la firma que se encargará de unificar los criterios del resto de compañías que participan en el consorcio OKIOC, responsable de la prospección y explotación de Kashagán.

OKIOC fue fundado en 1997 y en él participan también la estadounidense ExxonMobil (la mayor empresa petrolera del mundo), Royal Dutch/Shell (la segunda) y la francesa Totalfina Elf, que compró las acciones que tenía British Petroleum.

Aunque Agip era el menor de los aspirantes a ser el operador único del consorcio, ya trabajaba desde hace años en el Caspio, en concreto en el campo de Karachaganak, junto a la frontera con Rusia.

En Moscú, la noticia se recibió con precaución pues, aunque Rusia ha concertado varios acuerdos con Kazajastán para el transporte del crudo kazajo a través de sus oleoductos, nada se ha dicho sobre el futuro del petróleo que se obtenga de Kashagán.

Este yacimiento, situado a 50 kilómetros de tierra firme y con una extensión de 85 kilómetros de largo por 25 kilómetros de ancho, permitirá incrementar la producción de crudo de Kazajastán hasta los cuatro millones de barriles de petróleo al día en 15 años.

Para ello, será necesario invertir cerca de US$ 20.000 millones, a fin de salvar las dificultades que entraña el propio yacimiento, que en tiempos de la Unión Soviética había sido desestimado por Moscú a pesar de su riqueza.

Los yacimientos de Kashagán corresponden a los restos de un arrecife de coral de 350 millones de años, enterrado a cinco kilómetros de profundidad.

Ahora las inversiones extranjeras permitirán sortear problemas como el alto contenido en gas de las reservas, los hielos invernales y los vientos extremos del verano en la zona, y, sobre todo, la lejanía de la costa, por lo que serán precisas grandes plataformas.

La pugna energética en esta zona del Caspio no queda ni mucho menos resuelta, pues aún está pendiente el transporte del crudo hacia Occidente y Rusia.

Rusia apuesta fuerte por sus oleoductos ya en marcha (con llegada a Novorrossisk, en el mar Negro), Estados Unidos y otros países europeos defienden la futura tubería desde Bakú (Azerbaiyán) hasta Ceyhán (en Turquía), mientras China e Irán proponen ya rutas alternativas por sus respectivos territorios.

La opinión que prevalece en Kazajastán es que el petróleo de Kashagán (nombre otorgado en honor de un famoso poeta kazajo) puede ser distribuido con una combinación de rutas, lo que redundará en la independencia energética de Kazajistán respecto a Rusia y Estados Unidos.

(EFE).- Una pequeña compañía italiana consiguió la licencia como operadora líder y coordinadora del consorcio OKIOC para la explotación de uno de los mayores yacimientos de petróleo del mundo, en las costas de Kazajastán, en el mar Caspio.

Este paso permitirá a Kazajastán explotar sin demoras las reservas de Kashagán, en el noroeste del Caspio, e inundar con millones de barriles de crudo diarios los mercados occidentales en las próximas décadas, en lo que constituye una fuerte apuesta contra el crudo del Golfo Pérsico.

Las prospecciones afirmaron que este proyecto permitirá obtener de Kashagán más de dos millones de barriles diarios, mucho más que el crudo que actualmente exportan algunos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

La decisión, anunciada ayer (lunes 12) en Almatí (Kazajastán), estableció que será la empresa italiana Agip la firma que se encargará de unificar los criterios del resto de compañías que participan en el consorcio OKIOC, responsable de la prospección y explotación de Kashagán.

OKIOC fue fundado en 1997 y en él participan también la estadounidense ExxonMobil (la mayor empresa petrolera del mundo), Royal Dutch/Shell (la segunda) y la francesa Totalfina Elf, que compró las acciones que tenía British Petroleum.

Aunque Agip era el menor de los aspirantes a ser el operador único del consorcio, ya trabajaba desde hace años en el Caspio, en concreto en el campo de Karachaganak, junto a la frontera con Rusia.

En Moscú, la noticia se recibió con precaución pues, aunque Rusia ha concertado varios acuerdos con Kazajastán para el transporte del crudo kazajo a través de sus oleoductos, nada se ha dicho sobre el futuro del petróleo que se obtenga de Kashagán.

Este yacimiento, situado a 50 kilómetros de tierra firme y con una extensión de 85 kilómetros de largo por 25 kilómetros de ancho, permitirá incrementar la producción de crudo de Kazajastán hasta los cuatro millones de barriles de petróleo al día en 15 años.

Para ello, será necesario invertir cerca de US$ 20.000 millones, a fin de salvar las dificultades que entraña el propio yacimiento, que en tiempos de la Unión Soviética había sido desestimado por Moscú a pesar de su riqueza.

Los yacimientos de Kashagán corresponden a los restos de un arrecife de coral de 350 millones de años, enterrado a cinco kilómetros de profundidad.

Ahora las inversiones extranjeras permitirán sortear problemas como el alto contenido en gas de las reservas, los hielos invernales y los vientos extremos del verano en la zona, y, sobre todo, la lejanía de la costa, por lo que serán precisas grandes plataformas.

La pugna energética en esta zona del Caspio no queda ni mucho menos resuelta, pues aún está pendiente el transporte del crudo hacia Occidente y Rusia.

Rusia apuesta fuerte por sus oleoductos ya en marcha (con llegada a Novorrossisk, en el mar Negro), Estados Unidos y otros países europeos defienden la futura tubería desde Bakú (Azerbaiyán) hasta Ceyhán (en Turquía), mientras China e Irán proponen ya rutas alternativas por sus respectivos territorios.

La opinión que prevalece en Kazajastán es que el petróleo de Kashagán (nombre otorgado en honor de un famoso poeta kazajo) puede ser distribuido con una combinación de rutas, lo que redundará en la independencia energética de Kazajistán respecto a Rusia y Estados Unidos.

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