Derivados crediticios: se doblaron por tercer año seguido

El mercado global para estos volátiles contratos representó en 2006 una masa de US$ 34,5 billones en títulos. Se usan generalmente para especular con la salud financiera de países, empresas, bancas, etc.

19 abril, 2007

El monto de pases sobre obligaciones pendientes de pagos o en mora simplemente ha ido multiplicándose por dos en 2005, 2005 y 2006. Así informa la asociación internacional de pases y derivados (ISDA es la sigla inglesa). Este tipo de contratos, ligado a futuros y opciones, se crearon hace unos diez años para permitir a los bonistas –banca, firma de valores, inversores profesionales- cubrirse contra riesgos de mora o cese de pagos. Por lo común, se usan para apostar sobre las posibilidades o la solvencia de prestatarios y deudores.

Las especulaciones con estos pases se multiplican porque son instrumentos más baratos y fáciles de negociar que los bonos convencionales. De ahí que este segmento sea, gracias a su dinámica, la punta de un témpano fenomenal compuesto por instrumentos derivativos y sus derivados sobre acciones, bonos, créditos, monedas, materias primas, intereses, alteraciones climáticas, catástrofes naturales, epidemias, guerras o crisis geopolíticas.

En total, la ISDA estima esa masa de “ludopatía financiera” en US$ 370 billones a fines de 2006.Vale decir, más de treinta veces el producto bruto norteamericano, con un matiz: la especulación con derivados involucra una enorme carga ficticia. Varios expertos calculan que cada dólar de sustento genera hasta sesenta de aire.

Los datos de la entidad, que reúne 750 bancos y firma de valores, reflejan el total de las obligaciones cubiertas en cada contrato al terminar 2006. Un semestre antes, eran US$ 26 billones, Un año antes, “apenas” 17 billones. Quienes venden pases crediticios perciben una prima anual, generalmente durante un quinquenio. Quienes los compran reciben el valor nominal a cambio de los valores de sostén o su equivalente en efectivo, en caso de que el deudor incumpla las condiciones del crédito o entre en bancarrota.

El informe de ISDA comprende derivados “en el mostrador”, o sea negociados privadamente entre bancos, fondos de cobertura y demás inversores institucionales. También existen pases entre contratos a tasa fija y flotante. Forman el mayor, menos visible segmento derivativo y representaron US$ 285,7 billones en 2006. Amén de la asociación, hay una fuente del sector pública: el Banco de ajustes internacionales (BAI, Basilea), llamado “banco central de bancos centrales”.Es una de las pocas instituciones que incluye Suiza.

El monto de pases sobre obligaciones pendientes de pagos o en mora simplemente ha ido multiplicándose por dos en 2005, 2005 y 2006. Así informa la asociación internacional de pases y derivados (ISDA es la sigla inglesa). Este tipo de contratos, ligado a futuros y opciones, se crearon hace unos diez años para permitir a los bonistas –banca, firma de valores, inversores profesionales- cubrirse contra riesgos de mora o cese de pagos. Por lo común, se usan para apostar sobre las posibilidades o la solvencia de prestatarios y deudores.

Las especulaciones con estos pases se multiplican porque son instrumentos más baratos y fáciles de negociar que los bonos convencionales. De ahí que este segmento sea, gracias a su dinámica, la punta de un témpano fenomenal compuesto por instrumentos derivativos y sus derivados sobre acciones, bonos, créditos, monedas, materias primas, intereses, alteraciones climáticas, catástrofes naturales, epidemias, guerras o crisis geopolíticas.

En total, la ISDA estima esa masa de “ludopatía financiera” en US$ 370 billones a fines de 2006.Vale decir, más de treinta veces el producto bruto norteamericano, con un matiz: la especulación con derivados involucra una enorme carga ficticia. Varios expertos calculan que cada dólar de sustento genera hasta sesenta de aire.

Los datos de la entidad, que reúne 750 bancos y firma de valores, reflejan el total de las obligaciones cubiertas en cada contrato al terminar 2006. Un semestre antes, eran US$ 26 billones, Un año antes, “apenas” 17 billones. Quienes venden pases crediticios perciben una prima anual, generalmente durante un quinquenio. Quienes los compran reciben el valor nominal a cambio de los valores de sostén o su equivalente en efectivo, en caso de que el deudor incumpla las condiciones del crédito o entre en bancarrota.

El informe de ISDA comprende derivados “en el mostrador”, o sea negociados privadamente entre bancos, fondos de cobertura y demás inversores institucionales. También existen pases entre contratos a tasa fija y flotante. Forman el mayor, menos visible segmento derivativo y representaron US$ 285,7 billones en 2006. Amén de la asociación, hay una fuente del sector pública: el Banco de ajustes internacionales (BAI, Basilea), llamado “banco central de bancos centrales”.Es una de las pocas instituciones que incluye Suiza.

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