Compras apalancadas: su marcado retroceso desvela a Wall Street

Desde inicios de 2006 hasta julio, una ola de compras apalancadas se aprovechaba para inflar índices. Los nexos de esa franja con fuertes intermediarios –Goldman Sachs, Bear Stearns, etc.- explicaban el fenómeno y el silencio de los gurúes.

23 agosto, 2007

Ya en agosto, el brote global de iliquidez financiera privó a la especulación accionaria de un puntal, los fondos de capital extrabúrsatil –mal llamado “privado”- y sus espectaculares compras apalancadas. Este auge, junto con la recompra de acciones, hizo subir los precios reduciendo en más de un billón de dólares el volumen de papeles circulando en el mercado.

Por tanto, si la “pausa” actual, con suspensión o replanteo de transacciones, se estira más allá de este semestre, los negocios bursátiles afrontarán un desinfle de cotizaciones, privadas de aquellos sostenes. En realidad, creen algunos analistas independientes, los veinte meses de brillo contenían mucho aire y, quizás, el Dow Industrial industrial debiera “corregirse” a 10/11.000 puntos, en lugar de los más de 13.000 actuales.

Van surgiendo señales de un proceso semejante. Cuando Kohlberg Kravis Roberts estudiaba tomar la cadena de tiendas Macy’s (mediados de julio), la acción saltó hasta U$S 45.50. Pero la propuesta no cuajó y, la semana pasada, el papel cayó a US$ 30. El trasfondo era claro: entre enero de 2006 y junio de 2007, las compras apalancadas –que sacan de bolsa los activos tomados- y las recompras accionarias sumaron algo más de US$ 1,27 billón. Eso implicaba 6,35% de un mercado que, como el estadounidense, mueve alrededor de US$ 20 billones.

Desde principios de 2006, pues, se acumularon compras apalancadas por US$ 600.000 millones (cifra que algunas fuentes llevan a 708.000 millones). En lo tocante a recompras accionarias, llegaron a anunciarse por un total de US$ 670.000 millones.

Ya en agosto, el brote global de iliquidez financiera privó a la especulación accionaria de un puntal, los fondos de capital extrabúrsatil –mal llamado “privado”- y sus espectaculares compras apalancadas. Este auge, junto con la recompra de acciones, hizo subir los precios reduciendo en más de un billón de dólares el volumen de papeles circulando en el mercado.

Por tanto, si la “pausa” actual, con suspensión o replanteo de transacciones, se estira más allá de este semestre, los negocios bursátiles afrontarán un desinfle de cotizaciones, privadas de aquellos sostenes. En realidad, creen algunos analistas independientes, los veinte meses de brillo contenían mucho aire y, quizás, el Dow Industrial industrial debiera “corregirse” a 10/11.000 puntos, en lugar de los más de 13.000 actuales.

Van surgiendo señales de un proceso semejante. Cuando Kohlberg Kravis Roberts estudiaba tomar la cadena de tiendas Macy’s (mediados de julio), la acción saltó hasta U$S 45.50. Pero la propuesta no cuajó y, la semana pasada, el papel cayó a US$ 30. El trasfondo era claro: entre enero de 2006 y junio de 2007, las compras apalancadas –que sacan de bolsa los activos tomados- y las recompras accionarias sumaron algo más de US$ 1,27 billón. Eso implicaba 6,35% de un mercado que, como el estadounidense, mueve alrededor de US$ 20 billones.

Desde principios de 2006, pues, se acumularon compras apalancadas por US$ 600.000 millones (cifra que algunas fuentes llevan a 708.000 millones). En lo tocante a recompras accionarias, llegaron a anunciarse por un total de US$ 670.000 millones.

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