Citigroup: Weill le pidió a Grubman recalificar AT&T en 1999

Finalmente, Sanford Weill -CEO de Citigroup- admitió haberle pedido a Jack Grubman “echar otra mirada sobre AT&T”. Después, el analista estrella de la “nueva economía” mejoró las calificaciones del gigante telefónico.

13 noviembre, 2002

"En efecto, le sugerí a Grubman revisar su informe sobre AT&T,
a la luz de los trascendentales cambios operados en la empresa y el sector.
Pero siempre creí que él haría sus propias investigaciones
y sacaría conclusiones en forma independiente". El problema que
la Securities & Exchange Commission y la justicia neoyorquina investigan
si esa sugerencia y la recalificación subsiguiente tuvieron por objeto
que Salomon Smith Barney -división de Citigroup– fuese
contratada para timonear una oferta pública inicial (OPI) de acciones
por US$ 10.600 millones.

También se buscó el apoyo de Michael Armstrong, por entonces CEO
en AT&T. No para obtener ese negocio sino porque, como miembro clave
en el directorio de Citigroup, su voto serviría para defenestrar
a John Reed, mandamás de Citicorp. En 2000, la fusión entre
ese banco y Travelers Group (1998) derivó en la eliminación
de la cúpula que encabezaba Reed.

Weill se comunicaba con Grubman por el correo electrónico interno del
holding. No obstante, ahora insiste en que esos e-mails "son puras
fantasías". Además, sostiene, "carece de sentido sospechar
que Grubman mejoró el puntaje de AT&T para conseguir un contrato
o apoyo contra Reed". En octubre, el CEO se había allanado a un
interrogatorio personal por parte de Eliot Spitzer, fiscal general del estado
neoyorquino. Ese mismo mes, dimitió como miembro en el directorio de
AT&T.

Las diez principales firmas de valores en Wall Street -incluyendo SSB- han estado
negociando con la SEC forma de llegar a arreglos extrajudiciales en varios sumarios.
Por lo común, se trata de denuncias o sospechas de haber difundido análisis
"maquillados" sobre determinadas firmas, con la idea de obtener negocios
no ya como consultoras, sino como bancas de inversión. Tanto Spitzer
como otras instancias presionan para que se separe entre este negocio y el management
de valores.

Elegido en 1999 y 2000 como el mejor analista del mercado por Institutional
Investor -como acaba de recordarlo Spitzer, no sin ironía-, Grubman mantuvo
"neutra" la calificación de AT&T desde junio de 1997 a
noviembre de 1999. Entonces, la pasó a "compra recomendable".
Justamente cuando la empresa anunciaba la emisión de acciones de su unidad
inalámbrica para diciembre.

Según el Wall Street Journal, Grubman reveló vía
e-mail que Weill le había pedido obrar así "para que Armstrong
votara contra Reed. Quería sacárselo de encima", señalaba
el analista en un correo fechado 13 de enero de 2001.

"En efecto, le sugerí a Grubman revisar su informe sobre AT&T,
a la luz de los trascendentales cambios operados en la empresa y el sector.
Pero siempre creí que él haría sus propias investigaciones
y sacaría conclusiones en forma independiente". El problema que
la Securities & Exchange Commission y la justicia neoyorquina investigan
si esa sugerencia y la recalificación subsiguiente tuvieron por objeto
que Salomon Smith Barney -división de Citigroup– fuese
contratada para timonear una oferta pública inicial (OPI) de acciones
por US$ 10.600 millones.

También se buscó el apoyo de Michael Armstrong, por entonces CEO
en AT&T. No para obtener ese negocio sino porque, como miembro clave
en el directorio de Citigroup, su voto serviría para defenestrar
a John Reed, mandamás de Citicorp. En 2000, la fusión entre
ese banco y Travelers Group (1998) derivó en la eliminación
de la cúpula que encabezaba Reed.

Weill se comunicaba con Grubman por el correo electrónico interno del
holding. No obstante, ahora insiste en que esos e-mails "son puras
fantasías". Además, sostiene, "carece de sentido sospechar
que Grubman mejoró el puntaje de AT&T para conseguir un contrato
o apoyo contra Reed". En octubre, el CEO se había allanado a un
interrogatorio personal por parte de Eliot Spitzer, fiscal general del estado
neoyorquino. Ese mismo mes, dimitió como miembro en el directorio de
AT&T.

Las diez principales firmas de valores en Wall Street -incluyendo SSB- han estado
negociando con la SEC forma de llegar a arreglos extrajudiciales en varios sumarios.
Por lo común, se trata de denuncias o sospechas de haber difundido análisis
"maquillados" sobre determinadas firmas, con la idea de obtener negocios
no ya como consultoras, sino como bancas de inversión. Tanto Spitzer
como otras instancias presionan para que se separe entre este negocio y el management
de valores.

Elegido en 1999 y 2000 como el mejor analista del mercado por Institutional
Investor -como acaba de recordarlo Spitzer, no sin ironía-, Grubman mantuvo
"neutra" la calificación de AT&T desde junio de 1997 a
noviembre de 1999. Entonces, la pasó a "compra recomendable".
Justamente cuando la empresa anunciaba la emisión de acciones de su unidad
inalámbrica para diciembre.

Según el Wall Street Journal, Grubman reveló vía
e-mail que Weill le había pedido obrar así "para que Armstrong
votara contra Reed. Quería sacárselo de encima", señalaba
el analista en un correo fechado 13 de enero de 2001.

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