Cae a pisos de seis años la construcción de viviendas

Ya en el tercer trimestre, el ritmo de actividad había bajado al nivel de 2003. Según cifras del departamento federal de comercio, además, el volumen anual de permisos, 1.535.000, es el menor desde diciembre de 1997. En otras palabras, ambos guarismos significan un regreso a tiempos anteriores a la burbuja inmobiliaria, iniciada en 2001.

Estos descensos superiores a los esperados en el mercado, dan la impresión de que lo peor aún no ha llegado y que Estados Unidos vive el mayor bajón en bienes raíces de los últimos quince años. Por otra parte, comercio y muchos analistas sostienen, ahora, que el Sistema de Reserva Federal se equivoca: contra lo que cree, los efectos del desinfle ya se sientes en otros sectores.

“Son estadísticas apabullantes. Este mercado seguirán débil el año próximo y quizás el subsiguiente”. Así sostienen un informe de la consultoría financiera Wachovia y expertos de cuatro firmas en Wall Street. Desde St.Louis, el presidente la RF local –William Poole, discípulo del difunto Milton Friedman- admitió que el asunto era seguido de cerca por los técnicos del sistema y que inquieta la cancelación de compras.

Dos días antes, las minutas de la última reunión del comité monetario (octubre) todavía manifestaban que “la contracción inmobiliaria no se refleja en el resto de la economía”. A raíz de éstos y otros signos de recesión (ventas minoristas, existencias), las principales firmas bursátiles planean pedir un encuentro con el reticente Benjamin Bernanke, presidente del SRF.

“Existe ya un atosigamiento de viviendas terminadas sin vender, por lo cual estimamos que la corrección continuará por un tiempo. Hasta puede afectar la conducta compradora de la gente en esta temporada de fiestas, que empieza el lunes 20”. Eso teme FTN Financial, Nueva York. Duramte el tercer trimestre, la contracción inmobiliaria restó 1,1% a la proyección anual del producto bruto , que quedó en apenas 1,6%.

Ya en el tercer trimestre, el ritmo de actividad había bajado al nivel de 2003. Según cifras del departamento federal de comercio, además, el volumen anual de permisos, 1.535.000, es el menor desde diciembre de 1997. En otras palabras, ambos guarismos significan un regreso a tiempos anteriores a la burbuja inmobiliaria, iniciada en 2001.

Estos descensos superiores a los esperados en el mercado, dan la impresión de que lo peor aún no ha llegado y que Estados Unidos vive el mayor bajón en bienes raíces de los últimos quince años. Por otra parte, comercio y muchos analistas sostienen, ahora, que el Sistema de Reserva Federal se equivoca: contra lo que cree, los efectos del desinfle ya se sientes en otros sectores.

“Son estadísticas apabullantes. Este mercado seguirán débil el año próximo y quizás el subsiguiente”. Así sostienen un informe de la consultoría financiera Wachovia y expertos de cuatro firmas en Wall Street. Desde St.Louis, el presidente la RF local –William Poole, discípulo del difunto Milton Friedman- admitió que el asunto era seguido de cerca por los técnicos del sistema y que inquieta la cancelación de compras.

Dos días antes, las minutas de la última reunión del comité monetario (octubre) todavía manifestaban que “la contracción inmobiliaria no se refleja en el resto de la economía”. A raíz de éstos y otros signos de recesión (ventas minoristas, existencias), las principales firmas bursátiles planean pedir un encuentro con el reticente Benjamin Bernanke, presidente del SRF.

“Existe ya un atosigamiento de viviendas terminadas sin vender, por lo cual estimamos que la corrección continuará por un tiempo. Hasta puede afectar la conducta compradora de la gente en esta temporada de fiestas, que empieza el lunes 20”. Eso teme FTN Financial, Nueva York. Duramte el tercer trimestre, la contracción inmobiliaria restó 1,1% a la proyección anual del producto bruto , que quedó en apenas 1,6%.