Argentina presenta a la SEC una propuesta final de canje

Se remitió a la SEC estadounidense la propuesta sobre deuda en cese de pagos. Pero el tono moderado de Rodrigo Rato y John Taylor hace presumir que hay retoques en marcha. Especialmente en bonos asociados al PBI, que mantiene ímpetu.

11 junio, 2004

Roberto Lavagna aseguró que, en pocos días, la Securities & Exchange Commission (Comisión Federal de Valores) recibirá la documentación completa en inglés. Eso incluye el formulario 18k que, amén de un detallado informe sobre la situación financiera del país, describe las condiciones de los títulos a emitir.

En esencia, hay dos opciones. Si acepta hasta 70% de los tenedores efectivos de bonos, se restructurará un capital de US$ 81.200 millones más 18.200 millones en intereses hasta el 31 de diciembre. En total, US$ 99.400 millones. La deuda nueva ascenderá a US$ 38.500 millones, presuponiendo 60.900 millones de quita efectiva. Se emitirá en bonos a la par (26%), casi a la par (21,6%) y con descuento (52,4).

La segunda opción exige aceptación superior a 70%. Involucra igual capital, pero los intereses llegan a fin de junio y suman US$ 104.100 millones. Se mantiene la quita, pero la nueva deuda se elevará a US$ 43.200 millones, emitida en títulos con descuento (46,1%), a la par (34,7%) y casi a la par (19,2%).

Técnicamente, el trámite le da a Economía tiempo adicional para seguir conversando con el Fondo Monetario y los acreedores privados. En otros términos, aún no ha dicho la última palabra y hasta podría haber sorpresas. Los nuevos datos sobre PBI ayuda: se estima en poco más de 10% su expansión en enero-marzo y se calcula en 8% el avance todo 2004 (un ritmo casi chino).

En relación con eso, el nuevo director gerente del FMI, Rodrigo Rato –tras apoyar la gestión económica argentina y sus resultados macro-, aconsejó “seguir hablando con los tenedores de bonos”. Ello pese a que Lavagna hubiese dado por concluida la “fase técnica” de las tratativas, entre rezongos de quienes representan bonistas locales.

Algo más preciso, pero en tono moderado y lejos de Thomas Dawson, Nicola Stock y otros, John Taylor –subsecretario norteamericano de Hacienda- sugirió a los “comités” de bonistas no dar portazos y continuar negociando con Argentina. Tras una reunión con Lavagna, el alto funcionario sospecha que Buenos Aires “guarda algunas cartas en la manga”.

Taylor advirtió que, por obvias razones, carece de datos todavía reservados. No obstante, tiene la impresión de que la oferta dirigida a la SEC “es mejor que las anteriores”. Las opiniones del subsecretario también fueron incluidas en la disertación ante el American Entreprise Institute (Washington DF). Ahí reiteró que, a su criterio, “los contactos entre Argentina y los acreedores privados proseguirán”.

Roberto Lavagna aseguró que, en pocos días, la Securities & Exchange Commission (Comisión Federal de Valores) recibirá la documentación completa en inglés. Eso incluye el formulario 18k que, amén de un detallado informe sobre la situación financiera del país, describe las condiciones de los títulos a emitir.

En esencia, hay dos opciones. Si acepta hasta 70% de los tenedores efectivos de bonos, se restructurará un capital de US$ 81.200 millones más 18.200 millones en intereses hasta el 31 de diciembre. En total, US$ 99.400 millones. La deuda nueva ascenderá a US$ 38.500 millones, presuponiendo 60.900 millones de quita efectiva. Se emitirá en bonos a la par (26%), casi a la par (21,6%) y con descuento (52,4).

La segunda opción exige aceptación superior a 70%. Involucra igual capital, pero los intereses llegan a fin de junio y suman US$ 104.100 millones. Se mantiene la quita, pero la nueva deuda se elevará a US$ 43.200 millones, emitida en títulos con descuento (46,1%), a la par (34,7%) y casi a la par (19,2%).

Técnicamente, el trámite le da a Economía tiempo adicional para seguir conversando con el Fondo Monetario y los acreedores privados. En otros términos, aún no ha dicho la última palabra y hasta podría haber sorpresas. Los nuevos datos sobre PBI ayuda: se estima en poco más de 10% su expansión en enero-marzo y se calcula en 8% el avance todo 2004 (un ritmo casi chino).

En relación con eso, el nuevo director gerente del FMI, Rodrigo Rato –tras apoyar la gestión económica argentina y sus resultados macro-, aconsejó “seguir hablando con los tenedores de bonos”. Ello pese a que Lavagna hubiese dado por concluida la “fase técnica” de las tratativas, entre rezongos de quienes representan bonistas locales.

Algo más preciso, pero en tono moderado y lejos de Thomas Dawson, Nicola Stock y otros, John Taylor –subsecretario norteamericano de Hacienda- sugirió a los “comités” de bonistas no dar portazos y continuar negociando con Argentina. Tras una reunión con Lavagna, el alto funcionario sospecha que Buenos Aires “guarda algunas cartas en la manga”.

Taylor advirtió que, por obvias razones, carece de datos todavía reservados. No obstante, tiene la impresión de que la oferta dirigida a la SEC “es mejor que las anteriores”. Las opiniones del subsecretario también fueron incluidas en la disertación ante el American Entreprise Institute (Washington DF). Ahí reiteró que, a su criterio, “los contactos entre Argentina y los acreedores privados proseguirán”.

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