Ambac declara quebrantos y habla con potenciales socios

Ambac Financial Group, la primera aseguradora norteamericana de bonos en perder la nota AAA, tuvo un rojo sin precedentes: US$ 3.260 millones en el cuarto trimestre. Ahora busca asistencia para superar la crisis hipotecaria.

23 enero, 2008

Su problema, en realidad, es la depreciación de activos que fungen como garantías sobre malas hipotecas titulizadas. La firma, segunda de su tipo en Estados Unidos, también da para especulaciones: el martes su papel saltó 37% sólo por rumores de iba a ponerse en venta.

Amén del rojo contable, Ambac ha debido amortizar o depreciar US$ 5.200 millones en deuda de baja calidad. Pese a estas cifras, la compañía sostiene que las agencias calificadora “subestiman nuestra capacidad de superar problemas”.

No son pocos, sin embargo. La firma ha subscripto US$ 556.000 millones en paquetes de deuda muncipal y privada. La semana pasada sus acciones caían 70% al saberse que había desistido de recolocar mil millones en vehículos de inversión estructurados (VIE). Al puinto, Fitch Ratings la bajó de AAA a AA.

“No pueden emitir acciones ni deuda y eso hace que contemplen potenciales compradores para la compañía”. Así presume la consultoría neoyorquina Credit Sights, aludiendo a los propósitos del nuevo director ejecutivo, Michael Callen, designado interinamente en lugar del despedido Robert Genader.

Las pérdidas del IV trimestre (US$ 31,85 por acción) elevan el rojo de todo el año a US$ 3.230 millones, algo inédito en la historia de Ambac. El déficit operativo, excluyendo liquidaciones y depreciaciones, cede a US$ 6,20 por tìtulo.

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Su problema, en realidad, es la depreciación de activos que fungen como garantías sobre malas hipotecas titulizadas. La firma, segunda de su tipo en Estados Unidos, también da para especulaciones: el martes su papel saltó 37% sólo por rumores de iba a ponerse en venta.

Amén del rojo contable, Ambac ha debido amortizar o depreciar US$ 5.200 millones en deuda de baja calidad. Pese a estas cifras, la compañía sostiene que las agencias calificadora “subestiman nuestra capacidad de superar problemas”.

No son pocos, sin embargo. La firma ha subscripto US$ 556.000 millones en paquetes de deuda muncipal y privada. La semana pasada sus acciones caían 70% al saberse que había desistido de recolocar mil millones en vehículos de inversión estructurados (VIE). Al puinto, Fitch Ratings la bajó de AAA a AA.

“No pueden emitir acciones ni deuda y eso hace que contemplen potenciales compradores para la compañía”. Así presume la consultoría neoyorquina Credit Sights, aludiendo a los propósitos del nuevo director ejecutivo, Michael Callen, designado interinamente en lugar del despedido Robert Genader.

Las pérdidas del IV trimestre (US$ 31,85 por acción) elevan el rojo de todo el año a US$ 3.230 millones, algo inédito en la historia de Ambac. El déficit operativo, excluyendo liquidaciones y depreciaciones, cede a US$ 6,20 por tìtulo.

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