Su belleza especial la convirtió en una atracción internacional y sirvió de marco para escenas de muchas películas y series de televisión. La más reciente, Game of Thrones. La formación estaba frágil luego de millones de años de erosión natural del mar y del uso de los seres humanos. Partes del arco ya se habían caído al mar entre el año 2000 y el 2016 y estudios ambientales indican que ninguna intervención científica habría podido salvarla.