Responsabilidad: cruzada por el derecho a reparar

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Europa acaba de aprobar el derecho a reparar productos tecnológicos en un intento de luchar contra la obsolescencia programada, es decir el paradigma dominante en la industria.

Que consiste en la programación consciente del fin de la vida útil de un producto tecnológico, para que después de ese período se vuelva inútil y tengamos que comprar uno nuevo. El Parlamento Europeo aprobó el derecho a reparar con la intención de limitar los productos electrónicos de un solo uso.

Así, obligarán a los fabricantes a facilitar la reparación de dispositivos ofreciéndoles a los consumidores información sobre la vida útil estimada y la capacidad de reparación del producto al momento de la compra, recuerda el informe sobre el tema realizado por la consultora Trendsity.

Todo esto es parte de un movimiento mayor, el Right to Repair Movement que justamente busca empujar a la industria en este sentido.

Pero no solamente ocurre con la tecnología, el movimiento es más amplio. El Club de Reparadores por ejemplo es un movimiento que busca promover la reparación como estrategia para el consumo responsable y práctica de la sustentabilidad.

Cuentan con una plataforma donde reparadores y gente que busca reparar distintos objetos se pueden encontrar y hasta realizan eventos itinerantes para promover la práctica de la reparación como el organizado este año junto a Nike para arreglar longboards, bicis y rollers.

Crecieron mucho los llamados grupos “Grati” en Facebook, que ofrecen productos gratis (frascos, botellas de vidrio, diarios, cajas, electrodomésticos, ropa) que con alguna mínima reparación pueden volver a funcionar.

También está la fundación Equidad, que restaura computadoras para donar a escuelas, hospitales, entre otros. Otros interesantes ejemplos es Baumm: crean mochilas y accesorios reutilizando parapentes en desuso que se descartan tras cumplir las 300 horas de vuelo; o Qero Ecovasos, que reutilizan vasos descartables de grandes eventos.

Se vive en un paradigma lineal que implica extraer recursos naturales, fabricar objetos, utilizarlos y descartarlos, pero finalmente, este ciclo ya se agotó y se necesita un cambio de mentalidad y actuar a tiempo.

La renovación propia de la naturaleza es lo que necesitamos copiar para nuestros sistemas económicos y de consumo. Las empresas B y la economía circular son parte del nuevo mindset que deberá imponerse en este nuevo mundo que se está gestando con la pandemia.

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