Resistencia a antibióticos: hasta 10 millones de muertes en 2050

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En 2019, la resistencia antimicrobiana fue la responsable de 1,27 millones de muertes, lo que representa un reto a la salud mundial. El aumento de las infecciones resistentes a antibióticos se ha convertido en uno de los grandes retos de la salud mundial.

Únicamente en el 2019 la resistencia antimicrobiana cobró la vida de 1,27 millones de personas según un estudio de la revista Lancet publicado este año. Múltiples expertos estiman que para el 2050 la cifra podría aumentar hasta los 10 millones de muertes globales.

La resistencia antimicrobiana se da cuando una bacteria o patógeno muta de tal manera que los antibióticos que generalmente se utilizan para tratar a un paciente dejan de funcionar, amenazando la vida de millones. Por esta razón, se celebra la Semana Mundial de la Concientización del Uso de Antimicrobianos del 18 al 24 de noviembre, la cual pretende concientizar a la población acerca de esta problemática global.

Para la doctora Monique Baudrit, Senior Medical Manager de la unidad hospitalaria de Pfizer, el principal reto es cultural y educativo: “a veces las personas creen que toda fiebre requiere que se tome un antibiótico y no es así, los antibióticos únicamente deben tomarse al presentar una infección bacteriana”. La Dra. Baudrit recalca que se deben dedicar recursos a la educación del paciente, para que no únicamente use antibióticos sin conocer su diagnóstico, sino que también comprenda los peligros de su uso indiscriminado.

El sobreuso y uso inadecuado de los antibióticos constituyen los principales factores que contribuyen a la resistencia antimicrobiana. Algunas acciones que las personas pueden tomar para evitar la propagación de bacterias cada vez más resistentes son:

  • Lavarse las manos correcta y continuamente, sobre todo si ha estado en contacto con alguna persona enferma.
  • No insistir si su doctor considera que no debe tomar un antibiótico y confiar en el criterio médico.
  • No consumir antibióticos que otras personas mantienen almacenados en sus hogares.

Además, Victoria Brenes, Directora Ejecutiva de Fedefarma enfatiza en la importancia que los pacientes sean conscientes cuándo sí deben tomar un antibiótico: “es importante consultarle al profesional de salud cualquier duda que tenga acerca del antibiótico y ser sumamente rigurosos con las horas asignadas para tomarlo, ya que el no hacerlo contribuye a una mayor resistencia de las bacterias”.

Un reto transversal

Existen una serie de riesgos intrahospitalarios que fomentan la resistencia antimicrobiana. Influyen la severidad de la enfermedad, la edad del paciente, los procedimientos invasivos o aquellos para pacientes con problemas renales (catéteres y hemodiálisis), y la concentración de personas que pueden estar utilizando antibióticos.

La doctora Baudrit destaca la necesidad de invertir en infraestructura, tanto física que permita el aislamiento de los pacientes evitando los brotes, como en una infraestructura de la comunicación entre los hospitales de la región – especialmente si se realizan traslados de pacientes – que permita reconocer a tiempo estos brotes, evitando su propagación.

Los programas de vigilancia y protocolarios dedicados a prevenir y combatir la resistencia antimicrobiana, suelen requerir de recursos económicos y de tiempo que los sistemas de salud y sus profesionales no cuentan. Por esto, los expertos recomiendan invertir más recursos dirigidos a esta área y considerarla una de las prioridades de los sistemas de salud.

Por otra parte, la industria farmacéutica cumple un rol importante, ya que ante una escasez de nuevos antibióticos que respondan a este aumento en la resistencia antimicrobiana de bacterias y patógenos, se deben asignar recursos que permitan la investigación y producción de antibióticos innovadores.

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