Fundada en el siglo 9, la preciada colección de la biblioteca, que incluye un Corán del siglo 9 escrito sobre piel de camello en escritura cúfica, se mantiene segura detrás de una puerta de hierro forjado con cuatro candados. La restauración comenzó poco después de que el Estado Islámico y otros yijadistas se fueron convirtiendo en una creciente amenaza para los lugares de Siria, Irak y Mali considerados patrimonio cultural islámico.
Pero los restauradores tuvieron que solucionar un problema más inmediato: el calor y la humedad del clima marroquí.. A la cabeza del proyecto está Aziza Chaouni, un arquitecto nacido en Fez quien instaló un nuevo sistema de canales subterráneos para alejar la humedad de los textos y una habitación con temperatura y humedad controladas para alojar las obras más preciadas. La colección de maquinaria de avanzada incluye escáners digitales que identifican agujeros minúsculos en los antiquísimos rollos de papel, y una máquina que trata los manuscritos con un líquido que los humedece lo suficiente como para impedir que se quiebren.
La restauración de la biblioteca lleva en un momento en que los extremistas están asolando los lugares valiosos de la región. Por todo Siria e Irak los militantes del Estado Islámico han realizado atrocidades culturales, como el saqueo de la gran biblioteca de Mosul, la quema de miles de manuscritos, antiguas ciudades asirias arrasadas con topadoras, como Nimrud y Hatra en Irak, el estallido del Templo de Bel en Palmira y el saqueo del museo de la ciudad además de la destrucción de tumbas y mausoleos de santos cristianos.
La biblioteca será abierta formalmente al público una vez más el año próximo con una visita del rey.