martes, 24 de diciembre de 2024

“Post-Truth”, declarada palabra del año

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Así lo decidió el Diccionario Oxford. ¿Qué quiere decir? Se refiere a una afirmación que es verdad a medias, o una mentira lisa y llana, pero que tiene más fuerza que la verdad porque llega directo a las emociones de la gente.

Las elecciones en Estados Unidos y el referéndum británico sobre el abandono de la Unión Europea popularizaron un adjetivo que describe una situación en la que los “hechos objetivos tienen menos influencia que una exaltación de las emociones”.

La primera vez que alguien usó post-truth fue Ralph Keyes en 2004 cuando habló de post-truth era en su libro con ese mismo título. El mismo año el periodista norteamericano Eric Alterman habló de un entorno político post-truth e inventó la frase post-truth presidency en su análisis de las declaraciones engañosas de la administración Bush después del 11 de septiembre de 2001. Luego apareció post-democracia para referirse a un modelo de política donde hay elecciones que cambian gobiernos pero el debate público electoral es un espectáculo muy bien controlado, manejado por equipos rivales de expertos profesionales en las técnicas de persuasión donde los temas que se debaten son unos pocos y han sido elegidos por esos equipos.

 

El término post-truth politics fue creado por el bloguero David Roberts en una columna en 2010, donde lo define como “una cultura política en la cual la política (y esto incluye los relatos de la opinión pública y de los medios) han llegado a desconectarse casi totalmente de las normas o de la ley ( de la sustancia de la legislación).

El rasgo que define a la post-truth politics es que los candidatos en una campaña repiten una y otra vez sus argumentos centrales, aunque los medios y expertos independientes hayan demostrado que no son verdad. Por ejemplo, durante la campaña británica para decidir sobre su permanencia en la Unión Europea, Vote Leave, o la posicion que buscaba la separación, insistió con el latiguillo que la membresía europea le costaba al reino 350 millones de libras por semana. Esa cifra, que no tomaba en cuenta las devoluciones al Reino Unido ni muchos otros factores, fue considerada como “posiblemente engañosa” por el “INDEC” británico y fue categóricamente rechazada por chequeos verificadores realizados por la BBC, Channel 4 News y Full Fact. No obstante, Vote Leave siguió usándola, seguramente porque servía para incendiar la indignación de mucha gente. El humorista parlamentario del Daily Telegraph, Michael Deacon, resumió así el mensaje central de la post-truth politics: “Los hechos son negativos. Los hechos son pesimistas. Los hechos son antipatrióticos”.

 

Y ahora, en la era del Brexit y de Donald Trump, el famoso diccionario Oxford declara a post-truth palabra del año. La post-verdad le gana a la verdad. Esto recuerda un viejo chiste en el cual un hombre sorprende a su mujer en el engaño y ella le espeta: “Vas a creer lo que ves o me vas a creer a mí?”

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